Luego de semanas de incertidumbre, el presidente Javier Milei finalmente aclaró que no vetará el Presupuesto 2026 aprobado por el Congreso, pero adelantó que realizará recortes en diversas partidas para lograr el equilibrio fiscal que se comprometió a alcanzar.
En una entrevista televisiva, Milei afirmó: "Nosotros tenemos presupuesto, lo que sí vamos a hacer es acomodar las partidas para cumplir con el déficit cero. Acá la política importante es el déficit cero". De esta manera, el mandatario ratificó su compromiso con la meta de lograr un superávit primario del 1,5% del PIB, a pesar de que el proyecto original contemplaba un objetivo más ambicioso del 2,2% acordado con el FMI.
Sin embargo, los economistas advierten que no será tarea sencilla encontrar los márgenes para recortar el gasto público sin generar un desequilibrio. Guido Rangugni, vicepresidente de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), señaló que "no veo mucho espacio, es un desafío significativo encontrar dónde puede haber margen para una reducción compensatoria y no incurrir en un desequilibrio".
Uno de los principales problemas radica en la rigidez del gasto, con la mitad del mismo destinado a jubilaciones y pensiones, cuya actualización está atada a la inflación. Además, el proyecto de Presupuesto 2026 ya subestimó el gasto previsional, por lo que Rangugni estima que hay "5 o 6 puntos subestimados" en esta partida.
Ante este escenario, los analistas consideran que el Gobierno deberá apuntar a recortar otros rubros más flexibles, como la masa salarial, los programas sociales, los subsidios a la energía y los gastos en bienes y servicios. Sin embargo, el vicepresidente de ASAP advirtió que "es una decisión política más que económica" y que "puede salir por cualquier lado".
Por otro lado, el Gobierno también tiene la opción de revisar los "gastos tributarios", es decir, los recursos que se dejan de recaudar por beneficios impositivos, que en 2025 fueron estimados en 3,54% del PIB. Al respecto, la subsecretaria de Ingresos Públicos, Claudia Balestrini, aseguró que en la reforma tributaria se pondrá el foco sobre estos gastos.
En definitiva, el desafío que enfrenta el Gobierno de Milei será encontrar un equilibrio entre cumplir con la meta fiscal y evitar un impacto negativo en áreas clave del gasto público. La decisión final dependerá más de una cuestión política que de un análisis puramente económico.
