El oro y la plata continúan registrando nuevos máximos históricos, impulsados por las tensiones geopolíticas, la debilidad del dólar y las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantenga su política de recortes de tasas de interés.
En la madrugada del 24 de diciembre, día de Nochebuena, el precio del oro superó por primera vez los 4.500 dólares la onza, alcanzando un máximo histórico de 4.524 dólares. Minutos después, la plata también marcó un nuevo récord al situarse por encima de los 72 dólares la onza, cerrando la jornada en 72,18 dólares.
Estos nuevos máximos se suman a la fuerte revalorización que han experimentado ambos metales preciosos a lo largo de 2022. En el caso del oro, la subida acumulada en lo que va de año supera el 71%, mientras que la plata ha registrado un incremento superior al 50%.
Los analistas atribuyen este comportamiento alcista a varios factores clave. Por un lado, las crecientes tensiones geopolíticas a nivel global, como el conflicto en Ucrania, han generado una mayor demanda de activos refugio como el oro y la plata. Además, la debilidad del dólar estadounidense frente a otras divisas también ha impulsado la subida de los metales, que se cotizan en dólares.
Asimismo, las expectativas de que la Reserva Federal continúe reduciendo los tipos de interés en 2023 han favorecido la atracción de los inversores por estos activos, que suelen rendir mejor en entornos de tipos bajos.
A pesar de los nuevos máximos alcanzados, los expertos advierten que la volatilidad en los mercados de materias primas podría mantenerse en los próximos meses, dada la incertidumbre económica y geopolítica que persiste a nivel global.










