Las autoridades aduaneras de Países Bajos interceptaron un cargamento de piñas proveniente de Costa Rica que ocultaba 78 kilos de cocaína. El decomiso se produjo durante los controles de rutina en puertos neerlandeses.
Según la información preliminar, el envío de frutas fue seleccionado para una inspección más exhaustiva, lo que permitió el hallazgo de la droga camuflada entre las cajas de piña. Las investigaciones continúan para determinar el origen y el destino final del narcotráfico.
Este no es el primer caso de este tipo que se registra en Europa. A lo largo de los últimos años, se han reportado múltiples incautaciones de cocaína oculta en cargamentos de frutas y vegetales provenientes de América Latina, una modalidad utilizada por los cárteles de la droga para intentar burlar los controles.
La Unión Europea se ha convertido en uno de los principales mercados de consumo de cocaína a nivel mundial, lo que ha llevado a un incremento de los esfuerzos de las autoridades para combatir el narcotráfico que utiliza las redes de comercio internacional para introducir la droga en el continente.
Países Bajos, en particular, ha sido escenario de numerosas incautaciones de este tipo debido a la importancia estratégica de sus puertos como puntos de entrada a Europa. Solo en 2022, se han reportado varios decomisos de cargamentos de droga ocultos en embarques de frutas y vegetales provenientes de América Latina.
El hallazgo de esta nueva carga de cocaína escondida en piñas resalta la necesidad de mantener altos niveles de vigilancia y controles en los puntos de entrada a la Unión Europea para frenar el tráfico internacional de estupefacientes.












