Panamá ha abierto una investigación sobre el uso indebido de su bandera en varios buques petroleros que fueron interceptados por Estados Unidos cerca de las costas de Venezuela. El Gobierno panameño busca esclarecer las irregularidades detectadas en estas embarcaciones, como la desconexión de los sistemas de localización, cambios de nombre y discrepancias en los registros de la tripulación.
El canciller Javier Martínez-Acha confirmó que las autoridades han identificado señales claras de un uso irresponsable de la bandera panameña por parte de estos navíos. Uno de los casos más destacados es el del petrolero "Bella-1", el cual fue abordado por fuerzas estadounidenses y se encuentra sancionado por Washington por presuntos vínculos con el comercio de petróleo iraní.
Según Martínez-Acha, las investigaciones continúan y Panamá exige el cumplimiento estricto de las leyes nacionales, el derecho marítimo internacional y las prácticas del sector a todos los buques que navegan bajo su pabellón. El Gobierno panameño ha reiterado su llamado al respeto del pabellón nacional y ha advertido que no tolerará ningún uso indebido de la bandera del país.
Este incidente se produce en un momento en el que la seguridad y la integridad de las banderas de conveniencia, como la panameña, se han convertido en un tema de creciente preocupación a nivel internacional. Los casos de barcos que ocultan su identidad y actividades bajo pabellones de países con laxos controles han aumentado, lo que ha llevado a un mayor escrutinio y exigencias de responsabilidad por parte de las autoridades.
Panamá, como uno de los principales registros de buques a nivel mundial, tiene la responsabilidad de garantizar que su bandera no sea utilizada para encubrir actividades ilegales o sospechosas. Esta investigación representa un esfuerzo por mantener la reputación y credibilidad del pabellón panameño en el ámbito marítimo internacional.
