Lai, el multimillonario dueño del desaparecido periódico Apple Daily, siempre dijo que le debía todo a Hong Kong, la ciudad que le dio "todo". Ahora, condenado a cadena perpetua por delitos contra la seguridad nacional, Lai se ha aferrado a su fe católica mientras cumple prisión.
Tras huir de China continental a los 12 años, Lai encontró en Hong Kong el éxito empresarial y luego una voz como crítico feroz del Partido Comunista Chino. Su periódico Apple Daily se convirtió en un baluarte del movimiento prodemocrático, lo que finalmente le costó la libertad.
En prisión, Lai ha profundizado en su fe católica, rezando seis horas al día y haciendo dibujos de Cristo que envía a sus amigos. "Aunque sufre, no se queja ni tiene miedo. Está en paz", dice uno de sus compañeros de celda.
Lai siempre dijo que le debía todo a Hong Kong, la ciudad que le dio oportunidades cuando huyó de la China de Mao. Incluso cuando enfrentaba cadena perpetua, se negó a marcharse, afirmando que esta era su "redención".
Su juicio por delitos de seguridad nacional, que duró 156 días, se centró en el papel de su periódico en las masivas protestas prodemocráticas que sacudieron Hong Kong en 2019. El tribunal lo declaró culpable de todos los cargos, incluyendo el de colusión con fuerzas extranjeras, que conlleva cadena perpetua.
Lai, de 74 años, sigue siendo una figura polarizante en Hong Kong. Para sus seguidores, es un luchador por la libertad; para sus detractores, un instigador que dañó los intereses del país. Mientras cumple condena, su familia y sus amigos siguen pidiendo su liberación por razones de salud.











