La muerte de Alicia Grahan Sardi, esposa del economista colombiano Juan de Bedout, en 2021, vuelve a cobrar relevancia cuatro años después. Nuevas evidencias de envenenamiento con talio, un veneno extremadamente tóxico, han empujado a la Justicia a reabrir la investigación sobre su fallecimiento.
Grahan Sardi murió el 17 de agosto de 2021 tras una enfermedad oncológica. Durante los estudios realizados a lo largo de su enfermedad, se detectaron altas concentraciones de talio en su organismo, atribuidas en ese momento a una ingesta accidental. Sin embargo, este mismo compuesto reapareció recientemente en una investigación por envenenamiento múltiple en Colombia, lo que podría indicar que su muerte no fue tan simple.
Según consta en el expediente, en el momento de la muerte de Grahan Sardi no se avanzó más allá de esa primera conclusión. El contexto sanitario, marcado por el aislamiento obligatorio y las restricciones de circulación, fue determinante: la familia se encontraba recluida en fincas y no se identificaron elementos que permitieran sostener la intervención de terceros.
No obstante, el hallazgo del veneno quedó como un dato marginal dentro de un cuadro clínico dominado por el cáncer. Ese antecedente volvió a cobrar peso en abril de este año, cuando dos niñas murieron y otras dos personas resultaron gravemente intoxicadas tras consumir alimentos contaminados con talio en Colombia.
La investigación de este último caso, liderada por la fiscal delegada Elsa Cristina Reyes, permitió reconstruir un patrón preciso: el uso deliberado de un tóxico poco habitual, de alta letalidad y difícil detección, administrado a través de alimentos enviados como obsequio.
Según la Fiscalía, la empresaria colombiana Zulma Guzmán Castro, de 54 años, estaría vinculada con el envío de frambuesas bañadas en chocolate contaminadas con talio, entregadas a través de un sistema de envíos. El paquete, de acuerdo con la reconstrucción judicial, estaba dirigido a uno de los hijos de Juan de Bedout.
De Bedout reconoció ante la Fiscalía haber mantenido en el pasado una relación extramatrimonial con Guzmán Castro y relató situaciones de hostigamiento posteriores, entre ellas el uso de un localizador GPS en su vehículo y el envío de mensajes ofensivos cuando inició otra relación y ella lo vio junto a su nueva pareja.
A partir de este entramado, los fiscales comenzaron a revisar antecedentes que hasta entonces no habían derivado en imputaciones, entre ellos, la muerte de Alicia Grahan Sardi. El propio Juan de Bedout declaró que su esposa había sido envenenada en al menos dos ocasiones con talio antes de su fallecimiento.
Fuentes del Ministerio Público señalaron que esta hipótesis forma hoy parte de una línea de investigación en curso, que no implica, por el momento, una imputación concreta, pero sí una revisión del contexto y de los elementos disponibles a la luz de los hechos recientes.
La aparición reiterada del mismo veneno, en escenarios distintos y con vínculos personales comunes, es uno de los puntos que los investigadores buscan esclarecer. Mientras tanto, el frente judicial más inmediato se concentra en la extradición de Guzmán Castro, quien fue rescatada días atrás del río Támesis, en lo que las autoridades calificaron como un aparente intento de suicidio, y permanece internada bajo custodia.
Guzmán Castro niega todas las acusaciones en su contra y sostiene que no tuvo participación alguna en los envenenamientos, incluyendo la muerte de Grahan Sardi. La Justicia, por ahora, avanza con cautela, pero el talio se instaló en el centro de una causa que ya no mira solo hacia adelante, sino también hacia el pasado.












