El sublíder del Cártel del Caribe Sur, Jordie Kevin Picado Grijalba, alias "Noni", afronta en Costa Rica dos causas penales por legitimación de capitales y tráfico internacional de drogas, lo que podría retrasar su extradición a Estados Unidos, país que lo requiere por narcotráfico internacional.
Según confirmó el Ministerio Público costarricense, Noni es acusado en Estados Unidos de los delitos de fabricación y distribución de cocaína, con la intención y conocimiento de que sería importada ilegalmente, así como de asociación delictuosa para la fabricación y distribución de cocaína.
Si bien el Tribunal Penal de Pavas ya concedió la extradición de Noni, esta se encuentra diferida hasta que se resuelvan las causas penales que enfrenta en Costa Rica. La Fiscalía podría optar por aplicar un criterio de oportunidad y prescindir de la persecución penal para agilizar la entrega a las autoridades estadounidenses.
Noni fue capturado el pasado 28 de agosto y desde entonces permanece privado de libertad mientras se tramita la solicitud de extradición. Se mantiene bajo detención provisional hasta que se concrete su entrega a Estados Unidos, país donde enfrentará cargos por narcotráfico internacional.
Esta no sería la primera vez que la Fiscalía costarricense opta por este camino, pues recientemente solicitó suspender temporalmente la acción penal por tráfico de influencias contra el exmagistrado Celso Manuel Gamboa Sánchez, a fin de evitar un cuarto juicio y no obstaculizar más la extradición.
Noni se convirtió en el quinto costarricense extraditable, siendo el hermano menor de Luis Manuel Picado Grijalba, alias "Shock", quien permanece recluido en una cárcel de Londres, Inglaterra, donde enfrenta un proceso de extradición distinto.
Ambos hermanos comandaban el Cártel del Caribe Sur, estructura que fue desarticulada hace aproximadamente mes y medio por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía Adjunta Especializada en Delincuencia Organizada (FAEDO), tras el mayor operativo judicial en la historia del país.
Según las investigaciones, el grupo transportaba cargamentos de cocaína en lanchas y aeronaves que ingresaban por el Caribe, siendo la mayor cantidad de droga introducida entre 2022 y 2024. Las ganancias les habrían permitido adquirir propiedades de alta plusvalía en distintas zonas de Costa Rica.
Antes del proceso de extradición, Noni ya era investigado por lavado de dinero, y el OIJ, junto con el Ministerio Público, había logrado congelar bienes y cuentas. Desde 2019, el Cártel del Caribe Sur se habría dedicado al tráfico internacional de drogas, legitimación de capitales y tráfico de armas.











