Los invitados a la lujosa boda de Lionel Messi y Antonela Roccuzzo, celebrada en junio de 2017, dejaron un sabor agridulce al donar apenas 37 euros en promedio a la Fundación Techo Argentina, a pesar de tratarse de una lista de asistentes conformada por futbolistas multimillonarios, empresarios y celebridades.
La pareja había solicitado a sus 260 invitados que, en lugar de regalos, destinaran ese dinero a la mencionada fundación, con el objetivo de convertir la celebración en un gesto solidario. Sin embargo, la recaudación final alcanzó apenas los 200 mil pesos argentinos, equivalentes a unos 11 mil dólares en ese momento.
Este monto, si bien permitió financiar diez viviendas de emergencia, resultó llamativamente bajo en relación con el nivel económico de los asistentes, quienes son habituales protagonistas de contratos récord y premios deportivos multimillonarios.
Desde la organización del evento aclararon que las vías de donación continuaron abiertas debido a transferencias del exterior que no se concretaron a tiempo. Aun así, el resultado final dejó una sensación de decepción y expuso una paradoja difícil de ignorar cuando se habla de solidaridad entre quienes viven rodeados de millones.
El casamiento de Messi y Roccuzzo fue uno de los eventos más importantes del mundo del fútbol en 2017, con la presencia de figuras como Neymar, Luis Suárez, Sergio Busquets, Cesc F bregas, Ángel Di María y Samuel Eto'o, entre otros. Sin embargo, la generosidad de los invitados no estuvo a la altura de las expectativas generadas.
Esta situación generó polémica y expuso una realidad incómoda: incluso entre los más ricos del deporte y el espectáculo, la solidaridad no siempre se traduce en hechos concretos cuando se trata de destinar recursos propios a causas benéficas.











