El Gobierno acaba de implementar una nueva normativa salarial que busca descentralizar y flexibilizar la organización de los salarios en el sistema empresarial estatal. El Decreto 138, publicado recientemente, elimina las trabas y restricciones que existían previamente, generalizando facultades que ya habían sido probadas con éxito en más del 45% de las entidades estatales.
La medida responde a la necesidad de potenciar la autonomía y eficiencia de las empresas públicas, otorgándoles mayores herramientas para administrar sus estructuras salariales de acuerdo a sus realidades y necesidades específicas. Hasta ahora, el Estado mantenía un férreo control sobre los salarios, lo que dificultaba que las compañías pudieran adaptarse con agilidad a los cambios del mercado y las exigencias de sus negocios.
"Esta nueva norma representa un importante avance en la modernización de nuestro sistema empresarial estatal", señaló el Ministro de Economía. "Al descentralizar la organización salarial, les damos a las empresas la posibilidad de ser más eficientes, competitivas y ágiles en la toma de decisiones".
Según los datos oficiales, más del 45% de las entidades estatales que ya venían aplicando facultades similares a las ahora generalizadas, han logrado mejoras significativas en sus resultados económicos. Esto se debe a que pueden ajustar mejor sus estructuras de costos, incentivos y remuneraciones al perfil de sus negocios y mercados.
"Antes teníamos que pasar por un engorroso proceso burocrático cada vez que queríamos hacer un ajuste salarial", explicó el gerente de una importante empresa estatal. "Ahora podremos responder con mayor rapidez a las necesidades de nuestros equipos y a las demandas cambiantes".
La nueva normativa también busca fomentar una cultura de mayor eficiencia y productividad en el sector empresarial público. Al otorgar más autonomía salarial, se espera que las compañías implementen esquemas de remuneración más acordes al desempeño y los resultados, en lugar de basarse únicamente en criterios de antig edad o jerarquía.
"Queremos que nuestras empresas estatales sean verdaderos motores de crecimiento y desarrollo para el país", concluyó el Ministro. "Y para eso, necesitamos que tengan la flexibilidad y los incentivos adecuados para ser más competitivas".










