Australia conmemoró este domingo el Día Nacional de Reflexión por las víctimas del atentado terrorista ocurrido hace una semana en la playa de Bondi, en Sídney, donde murieron 15 personas. Miles de personas se reunieron en diferentes puntos del país para rendir homenaje a los fallecidos.
En la playa de Bondi, escenario del ataque, los presentes se unieron a las 18:47 hora local (8:47 hora peninsular española) para un minuto de silencio, seguido de un recital de piano y violín, en un acto transmitido en vivo por la cadena pública australiana ABC. El primer ministro, Anthony Albanese, asistió al homenaje y se sentó en la primera fila con una kipá, el gorro tradicional judío. Sin embargo, fue abucheado por la multitud a su llegada y cuando se mencionó su nombre durante el acto.
La líder de la oposición, Susan Ley, y el primer ministro de Nueva Gales del Sur, Chris Minns, fueron ovacionados, al igual que Ahmed al Ahmed, un ciudadano sirio que desarmó a uno de los atacantes y resultó herido de bala. Ahmed ha recibido más de 2,5 millones de dólares australianos en donaciones voluntarias por su acto de heroísmo.
Además de la vigilia en Bondi, se han celebrado otras conmemoraciones en ciudades como Perth y Melbourne, donde también hubo una protesta paralela organizada por el grupo "Put Australia First", que expresó su descontento con el Gobierno de Albanese.
El atentado, perpetrado el pasado domingo por Sajid Akram, de 50 años, y su hijo Naveed Akram, de 24, puso de manifiesto las deficiencias en la evaluación de las licencias de armas y en el intercambio de información entre agencias de seguridad. Albanese ha anunciado una revisión dirigida por un exjefe de la agencia de espionaje australiana para mejorar la seguridad de los ciudadanos.
