Más de 450 grupos armados no estatales, desde cárteles de la droga hasta insurgentes y terroristas, han utilizado drones para llevar a cabo ataques en los últimos años, según un informe del observatorio independiente ACLED. Este uso de drones ha ido aumentando de forma exponencial, lo que demuestra que cada vez es más fácil acceder a esta tecnología.
En concreto, ACLED ha contabilizado que 469 grupos armados no estatales, incluidos insurgentes, milicias, bandas, cárteles transnacionales y terroristas, han empleado drones en ataques en al menos una ocasión en los últimos cinco años, 58 de los cuales lo hicieron por primera vez en los últimos doce meses.
El incremento exponencial del uso de drones por parte de estos grupos refleja los cambios que se están produciendo en las guerras contemporáneas. Los grupos armados no estatales son capaces de acceder a tecnología que antes estaba reservada solo para los Estados o de adaptar y emplear sus mínimos recursos para ampliar sus arsenales, recurriendo a drones comerciales de fácil acceso para usarlos como armas.
La tendencia se ha acelerado en el último par de años, con el uso de drones en ataques en al menos 17 países durante 2025, entre ellos Birmania, México, Colombia y Siria. Esto apunta a una creciente "democratización" en el empleo de drones como arma, ya que el fácil acceso, el bajo costo y la sencillez de uso los convierten en una herramienta muy popular entre muchos grupos armados en todo el mundo.
Países como Haití, que ocupa el octavo lugar en el Índice de Conflicto 2025 elaborado por ACLED, han visto cómo el uso de drones por parte de bandas criminales ha tenido "amplias consecuencias y efectos en la población". Asimismo, en Birmania, los grupos armados de base étnica y las fuerzas estatales han recurrido cada vez más al uso de drones, convirtiendo a este país en el tercero donde más se emplean, solo por detrás de Ucrania y Rusia.
Por otro lado, el informe también destaca el uso de drones por parte de grupos terroristas como Hamás, Hezbolá o el PKK en Oriente Próximo, así como por filiales de Al Qaeda y Estado Islámico en África. Estas organizaciones han adaptado y empleado drones comerciales para llevar a cabo ataques, demostrando su capacidad de innovar y adaptarse a las nuevas tecnologías.
El creciente uso de drones por parte de grupos armados no estatales, ya sean cárteles, insurgentes o terroristas, plantea serios desafíos en términos de seguridad y protección de la población civil. Este fenómeno refleja la necesidad de una respuesta global coordinada para hacer frente a esta amenaza emergente.










