La comida callejera es una experiencia única que permite a locales y viajeros disfrutar de platos típicos a un precio accesible. Sin embargo, comer en estos puestos no está exento de riesgos para la salud. Según la Organización Mundial de la Salud, una de cada diez personas en el mundo se enferma cada año por alimentos contaminados, y alrededor de 420 mil mueren a causa de enfermedades transmitidas por la comida.
Para evitar estas experiencias desagradables, expertos en seguridad alimentaria y en viajes han compartido con The Washington Post tres pasos clave a seguir:
1. Apoyarse en quienes conocen la ciudad y sus barrios. Contratar un tour gastronómico callejero guiado por chefs o blogueros locales es una excelente opción para descubrir los puestos más seguros y con mejor reputación.
2. Observar la higiene del puesto. Señales de alerta son si la persona toca el dinero y la comida, o si enjuaga repetidamente los platos en agua contaminada. La limpieza del uniforme, el orden de la estación de cocina y el entorno también dicen mucho.
3. Preferir preparaciones a la parrilla, frituras profundas, salteados o hervidos, ya que alcanzan altas temperaturas. Evitar productos que llevan horas preparados o salsas expuestas en recipientes compartidos, que pueden convertirse en foco de bacterias.
Además, los expertos recomiendan evitar verduras crudas, a menos que se trate de lugares con regulaciones estrictas, y optar por frutas con cáscara, peladas al momento, y jugos puros.
Seguir estos consejos permitirá a los viajeros disfrutar de la auténtica comida callejera sin poner en riesgo su salud. La clave está en informarse, observar el entorno y elegir con cuidado.
