Deforestación y asentamientos ilegales agravan desastres naturales en Bolivia

La crecida violenta del río Piraí en Bolivia dejó un desastre sin precedentes en la zona, con la destrucción de infraestructura turística y pérdida de vidas. Pero los expertos señalan que la raíz del problema está en la deforestación masiva y los asentamientos ilegales que se han permitido en las riberas y zonas de protección del río.

Un informe de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN) revela que el departamento de Santa Cruz, donde se ubica el Piraí, perdió más de 6 millones de hectáreas de bosque entre 1956 y 2022, una reducción del 19%. Los municipios más afectados por los recientes desastres son también los que registran las mayores pérdidas de cobertura arbórea, llegando a reducciones de hasta el 94%.

La ingeniera ambiental Sandra Quiroga explica que la falta de un plan integral de manejo de cuencas, sumado a la permisividad hacia actividades como la extracción de áridos, la deforestación y los asentamientos ilegales cerca de los ríos, han vulnerado gravemente la protección natural de estos ecosistemas.

Tan solo en el tramo entre Porongo y Santa Cruz de la Sierra, el río Piraí perdió el 62,5% de su bosque ribereño, una superficie de casi 2.000 hectáreas que serían necesarias reforestar urgentemente. Pero el director del Servicio Departamental de Cuencas (Searpi), José Antonio Rivero, lamenta que el presupuesto actual de apenas 9 millones de bolivianos es insuficiente para realizar las obras de prevención y protección requeridas.

Expertos advierten que, si no se toman medidas drásticas para reforestar y ordenar el territorio, la capital cruceña y otras ciudades de la región enfrentarán un riesgo inminente de nuevos desastres por crecidas e inundaciones. Urge un plan integral de manejo de cuencas que ponga fin a la devastación de los bosques y recupere la protección natural de los ríos.