La posibilidad de una intervención armada de Estados Unidos en Venezuela ha puesto en alerta al país sudamericano, que ha fortalecido su capacidad militar en los últimos años para hacer frente a una eventual agresión de la potencia norteamericana.
Desde la llegada del chavismo al poder en 1999, las Fuerzas Armadas Venezolanas se han convertido en un pilar fundamental del proyecto político liderado por Nicolás Maduro. Bajo la dirección del ministro de Defensa, el general Vladimir Padrino López, la institución castrense se ha modernizado y expandido, dotándose de un poderío y autonomía que antes no tenía.
Según datos del International Institute for Strategic Studies (IISS), Venezuela cuenta con un arsenal militar impresionante, que incluye 12 baterías de misiles S-300 de largo alcance, 9 sistemas Buk y 44 unidades Pechora de mediano alcance, así como un gran número de lanzadores portátiles Igla-S de fabricación rusa. Maduro ha afirmado que se han desplegado unos 5.000 de estos misiles antiaéreos en "posiciones clave de defensa aérea".
Además, el país sudamericano se ha convertido en el único de la región en contar con drones de ataque, como los ANSU-100 y ANSU-200, derivados de modelos iraníes. La fuerza aérea también se ha fortalecido con la adquisición de cazas F-16, F-5 y Sukhoi, así como helicópteros rusos de transporte y combate.
En cuanto a las fuerzas terrestres, el Ejército venezolano cuenta con unos 92 tanques T-72B1, 150 BTR-80A, 50 BM-21 Grad y más de 50 obuses 2S19 Msta-S, en su mayoría de origen ruso. También ha adquirido vehículos blindados chinos VN-4.
La Armada Bolivariana, por su parte, posee 76 buques, entre los que se destacan una fragata clase Mariscal Sucre, fabricada en Italia, y nueve barcos de patrullaje oceánico y costero, cuatro de ellos adquiridos a España y otros provenientes de China. Además, tiene un submarino Tipo 209 de origen alemán y 20 aeronaves.
En total, las Fuerzas Armadas Venezolanas cuentan con unos 123.000 efectivos, incluyendo el Ejército, la Marina, la Fuerza Aérea y la Guardia Nacional. Maduro también ha activado la Milicia Bolivariana, que según el mandatario ha crecido hasta los 8 millones de alistados, aunque el número real es un misterio.
Ante la posibilidad de una intervención estadounidense, el Gobierno venezolano ha intensificado los ejercicios militares y ha promulgado una Ley Especial para el Comando de la Defensa Integral, con el objetivo de establecer una mayor armonía entre los métodos de lucha armada y no armada. La llamada "guerra de todo el pueblo", una estrategia adaptada de la experiencia vietnamita, sería clave en caso de una agresión foránea.
Mientras tanto, Caracas ha tomado medidas defensivas, como la instalación de barreras de concreto tipo "erizo" a lo largo de la carretera que une la capital con La Guaira, en la costa caribeña. Estos signos indican que Venezuela se prepara para una posible confrontación con la potencia norteamericana.
