El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha criticado duramente la postura del mandatario argentino, Javier Milei, por respaldar las amenazas de la Administración estadounidense de Donald Trump hacia el Mercado Común del Sur (Mercosur).
Durante la 67 Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur, Lula reiteró su compromiso con una Suramérica "próspera y pacífica", y señaló a las Islas Malvinas como un ejemplo de los peligros del injerencismo y la amenaza militar de una potencia extrarregional en territorio latinoamericano.
Por su parte, el Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel calificó a gobiernos como el de Milei, simpatizantes del belicismo estadounidense en el Caribe, como "sumisos y vasallos". El activista resaltó que la única vía para la prosperidad regional es la unidad de nuestras naciones.
La tensión entre Lula y Milei se produce en un momento clave para el futuro del Mercosur. El mandatario brasileño ha reafirmado su compromiso con la integración regional, mientras que el presidente argentino ha mostrado una postura más cercana a los intereses de Estados Unidos.
Analistas señalan que esta disputa refleja las profundas diferencias ideológicas y geopolíticas que existen en la región. Mientras Lula aboga por una Suramérica más autónoma y unida, Milei parece dispuesto a alinearse con la agenda de Washington, lo que podría poner en riesgo la estabilidad y el desarrollo del bloque regional.
En este contexto, la cumbre del Mercosur se perfila como un escenario clave para definir el rumbo de la integración suramericana en los próximos años. La capacidad de los líderes de la región para superar sus diferencias y encontrar una visión común será fundamental para alcanzar la prosperidad y la paz que Lula ha prometido.
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