En la madrugada del sábado 20 de diciembre, la ciudad de Neiva, en el departamento del Huila, fue sacudida por una explosión en la zona industrial de la ciudad. Un artefacto explosivo de bajo poder fue lanzado contra un concesionario Chevrolet, causando daños materiales en la fachada del establecimiento.
La rápida reacción de la Policía Metropolitana de Neiva permitió la captura de dos hombres, de 30 y 33 años, quienes fueron puestos a disposición de la Fiscalía Local por el presunto delito de terrorismo. Afortunadamente, no se reportaron personas lesionadas.
Según el coronel Héctor Jairo Betancourt, en declaraciones al medio Diario del Huila, "en horas de la madrugada lanzaron un artefacto explosivo contra un establecimiento de comercio; por fortuna no dejó afectación en ninguna persona, no obstante, la onda explosiva ocasionó daños en la fachada del local. Gracias a la reacción de una patrulla de la policía del CAI de la comuna seis fueron capturadas dos personas quienes presuntamente habrían sido los autores materiales del hecho".
Los uniformados identificaron y detuvieron a los sospechosos mientras intentaban huir hacia las afueras de la ciudad en motocicleta. La Policía Judicial inició la recolección de evidencias y testimonios para esclarecer los móviles del ataque, sin descartar la hipótesis de un posible caso de extorsión dirigido al sector comercio de Neiva.
Según el reporte oficial, los detenidos habrían lanzado el artefacto con la intención de intimidar a la población y generar temor. Las autoridades continúan con las investigaciones para determinar responsabilidades y prevenir nuevos incidentes en la ciudad.
Este no es un hecho aislado en el sur del Huila. En marzo de 2024, un taller de Distoyota en la Zona Industrial de Neiva también fue blanco de un atentado con explosivo que encendió las alertas sobre la seguridad en la región. Aunque uno de los vehículos afectados pertenecía a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Policía Metropolitana aclaró que no era el objetivo del ataque.
El coronel Alexander Castillo Marín, comandante de la Policía Metropolitana de Neiva, explicó que "aproximadamente a las 08:50 de la noche se reportó el lanzamiento de un artefacto explosivo, al parecer tipo granada, a un establecimiento, sin que se presentara afectación a la integridad física de ninguna persona. No obstante, se registraron daños materiales a un vehículo dentro del local, cuyo daño no era el objetivo".
Castillo Marín señaló que este tipo de ataques estaría relacionado con extorsiones a empresarios locales, y que los responsables eran dos hombres que se movilizaban en motocicleta y huyeron tras el ataque.
Las autoridades no descartaron que el hecho estuviera vinculado al Estado Mayor Central de las disidencias de las Farc, presentes en el área metropolitana de Neiva. Este episodio se sumó a una serie de ocho atentados con explosivos en la región: cinco en Neiva, uno en Algeciras, uno en Campoalegre y uno en Garzón.
Más allá de Huila, la violencia con artefactos explosivos también se ha registrado en Norte de Santander. La noche del 12 de mayo del 2025, un concesionario de vehículos en Villa del Rosario, en la frontera con Venezuela, fue blanco de un ataque que generó un incendio y momentos de pánico entre los residentes del sector Lomitas. Bomberos del área metropolitana de Cúcuta lograron controlar las llamas en uno de los automóviles afectados.
Una persona fue capturada y puesta a disposición de la justicia, mientras las autoridades iniciaron investigaciones para determinar qué grupo criminal estaría detrás del hecho. Según medios locales, el ataque habría sido perpetrado con una granada lanzada contra uno de los vehículos del establecimiento, ubicado cerca de un conjunto residencial.
Norte de Santander enfrenta altos niveles de violencia por disputas entre grupos armados organizados, que buscan controlar rentas ilegales como el narcotráfico y la minería ilegal.
