El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, es conocido por su carisma y presencia mediática, pero su estética ha sido objeto de análisis y debate. Álvarez parece tener un "uniforme" de camisa azul y pantalón café que lo acerca a la ciudadanía en recorridos e inauguraciones, un estilo que podría llamarse "street político". Sin embargo, cuando debe aparecer en ceremonias formales o eventos solemnes, opta por repetir corbatas del mismo patrón, trajes clásicos o la icónica guayabera blanca, mostrando una versatilidad aún inconclusa entre lo formal y lo cotidiano.
Esta mezcla de espontaneidad y tradición en el estilo de Álvarez lo convierte en un personaje perfecto para analizar desde la moda. ¿Qué ajustes de estilismo pueden reforzar su imagen pública sin borrar su sello popular? En esta nota, se busca responder a esa pregunta con una mirada fresca.
En eventos, el alcalde luce el ADN costeño y eso suma puntos. La guayabera conecta con el territorio, la identidad y el clima. Sin embargo, debe cuidar que sea de corte slim y que la tela luzca bien planchada. En diálogos con la prensa, la camisa azul comunica cercanía y el pantalón café suma un aire más ciudadano, menos acartonado. Pero si el contexto es tenso, ese look puede verse demasiado casual, por lo que se recomienda incluir una chaqueta cuando el mensaje sea serio.
En sesiones solemnes, Álvarez repite el mismo recurso formal (misma corbata) y esto puede jugar en contra en términos de imagen pública. Se puede mejorar si cambia la corbata de rayas diagonales por unas lisas en tonos como vino, azul o verde botella y en texturas discretas.
La versatilidad en el estilo del alcalde de Guayaquil es un desafío que debe enfrentar para reforzar su imagen pública sin perder su sello popular. Con algunos ajustes estratégicos en su vestuario, Álvarez puede lograr un equilibrio entre la cercanía y la formalidad, elevando su presencia en eventos y ceremonias.












