Un estudio realizado en Guatemala reveló que sustituir los pisos de tierra por cemento en los hogares reduce en un 19% la probabilidad de enfermar por problemas gastrointestinales, respiratorios y de la piel. Esto se traduce en un ahorro mensual de aproximadamente Q200 (unos $25) por familia, lo que representa el 14% de su ingreso promedio.
El Censo de Población del 2018 reportó que había en el país 840 mil hogares con piso de tierra, donde habitan cerca de 4 millones de personas, reflejo de las condiciones de pobreza extrema que imperan en Guatemala y que afectan la calidad de vida. Sin embargo, un estudio realizado en el 2024 por Hábitat para la Humanidad Guatemala estableció que la cifra habría aumentado a cerca de 1 millón de hogares en esa condición.
El estudio, que involucró a 200 familias de los departamentos de Petén y Alta Verapaz, comparó a aquellas que vivían sobre tierra con otras que contaban con pisos de cemento. Una de las principales conclusiones es que la transformación de los pisos redujo las probabilidades de enfermar, lo que disminuyó las visitas a los servicios de salud y el gasto en medicamentos, principalmente para tratar padecimientos gastrointestinales y dérmicos.
"Hay una relación directa entre la afluencia de niños a centros de salud y el piso de tierra. No sirve de nada que sean atendidos en un centro de salud y que regresen a una casa con piso de tierra, donde juegan y se llevan las manos a la boca, con microbios. Un piso de concreto busca frenar ese ciclo", afirma Delorean Randich, director nacional de Hábitat para la Humanidad Guatemala.
Además de los beneficios en salud, el estudio señala que el cambio a piso de cemento contribuye a la productividad, lo que mejora los ingresos y el ahorro familiar. Al disminuir los episodios de enfermedad, los menores de 12 años faltaron 7% menos a clases, y los padres resaltaron beneficios como mayor motivación para aprender, más tareas realizadas, mejores calificaciones y mayor concentración.
"Un dato relevante es que, gracias a un piso de concreto, los niños juegan en promedio 14% más tiempo dentro de casa. ¿Por qué es importante? Muchas viviendas del estudio están ubicadas en zonas de riesgo, como carreteras, laderas o barrancos. Salir a jugar fuera de casa eleva el nivel de peligro", indica Randich.
Tener una superficie digna también da sentido de propiedad a las familias y aumenta la satisfacción de contar con una mejor vivienda. Además, se observó que las familias se sentían más motivadas a realizar otras mejoras en el hogar, como repellar paredes o cambiar láminas.
Hábitat para la Humanidad impulsa en varios países el proyecto "100 mil pisos para jugar", y en Guatemala ha construido 13 mil pisos de concreto, beneficiando a unas 65 mil personas. Además, el programa de gobierno "Mano a Mano" del Ministerio de Desarrollo Social ha declarado 11 municipios como libres de piso de tierra, tras cementar 50 mil superficies, y tiene como meta construir 100 mil pisos más para el 2026.









