Las conversaciones para encontrar una salida al conflicto de Ucrania continúan este sábado en Miami, donde se encuentran ya representantes ucranianos, europeos y norteamericanos, a los que se unirá una delegación rusa. Si bien no está prevista una mesa redonda con todas las partes, este encuentro marca un paso adelante respecto a la etapa anterior, en la que los norteamericanos mantuvieron negociaciones separadas con cada parte en diferentes lugares.
El emisario ruso Kirill Dmitriev anunció su viaje a Miami, donde el enviado especial estadounidense Steve Witkoff y el yerno del presidente Donald Trump, Jared Kushner, ejercen de mediadores. Dmitriev, representante ruso para asuntos económicos, escribió en su cuenta de X un mensaje acompañado de una paloma de la paz, expresando su esperanza en que "la luz brille a través de las nubes" en estas conversaciones.
Por su parte, el viernes, Witkoff y Kushner se reunieron cerca de Miami con el negociador jefe ucraniano, Rustem Umerov, y con representantes de Francia, Reino Unido y Alemania. La participación de rusos y europeos en estas conversaciones en Florida marca un paso adelante respecto a la etapa anterior, en la que los norteamericanos mantuvieron negociaciones separadas con cada parte en diferentes lugares.
Sin embargo, es improbable que Dmitriev converse directamente con los negociadores ucranianos y europeos, dada la distancia que aún existe con ambos. Moscú no ve con buenos ojos la participación de los aliados europeos de Kiev, y la considera un obstáculo para la paz.
Hace más de un mes, Estados Unidos propuso un plan para detener la guerra, que ha sido revisado tras consultas con Kiev. Los detalles de la nueva versión no se conocen, pero según el presidente Volodimir Zelenski implica concesiones territoriales por parte de Ucrania a cambio de garantías de seguridad occidentales.
En la víspera de estas nuevas conversaciones, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseveró que el fin del conflicto está en manos de Kiev y sus socios europeos. "La pelota está completamente en el campo de nuestros rivales occidentales, empezando por la cabeza del régimen de Kiev y sus patrocinadores europeos", dijo.
Por su parte, el secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio, enfatizó que pese a los esfuerzos de su administración, Washington no pretende imponer la paz. "No podemos obligar a Ucrania a llegar a un acuerdo. No podemos obligar a Rusia a llegar a un acuerdo. Tienen que querer llegar a un acuerdo", apuntó Rubio, quien este sábado podría unirse a las conversaciones en Miami.
Mientras tanto, la ofensiva rusa en Ucrania no da tregua. Putin prometió seguir adelante con su ofensiva militar y alabó los avances de Moscú en el campo de batalla. Las tropas rusas han acelerado este año sus conquistas en el frente ucraniano, donde controlan aproximadamente el 19% del territorio.
Rusia anunció este mismo sábado la toma de dos pueblos en las regiones ucranianas de Sumi y Donetsk, en el este del territorio. Más al sur, en Odesa, al menos ocho personas murieron por un bombardeo ruso contra la infraestructura portuaria, a orillas del mar Negro. Por su parte, Ucrania afirmó haber destruido dos aviones de combate rusos en un aeródromo de la península de Crimea, anexionada por Rusia en 2014.
La guerra en Ucrania, la mayor y más mortífera en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial, sigue cobrando vidas y devastando el país. Ahora, las esperanzas se centran en que las negociaciones en Miami puedan abrir un camino hacia la paz.











