El ejército de Rusia lanzó un ataque con misiles balísticos contra la infraestructura portuaria de la ciudad ucraniana de Odesa, dejando un saldo preliminar de al menos 7 personas fallecidas y 15 heridas.
El gobernador regional, Oleg Kiper, informó a través de su canal de Telegram que "esta tarde el enemigo ha vuelto a atacar masivamente la infraestructura portuaria" de la ciudad. Los heridos fueron hospitalizados y los servicios de emergencia enfrentaron dificultades para responder debido a las constantes alertas aéreas en la región.
Odesa ha sido objeto de intensos ataques aéreos en las últimas semanas, con rescatistas de 12 regiones desplegados para ayudar a gestionar las consecuencias de los reiterados bombardeos rusos. Como resultado de este último ataque, se incendiaron varios vehículos, en su mayoría camiones, en el estacionamiento portuario.
Las autoridades rusas no han hecho comentarios sobre el incidente hasta el momento. Este nuevo ataque se produce en medio de la guerra que Rusia libra contra Ucrania desde febrero de 2022, con Odesa siendo un objetivo estratégico debido a su importancia como puerto en el Mar Negro.
La ciudad ha sido blanco recurrente de los bombardeos rusos, que han causado graves daños a la infraestructura y la pérdida de vidas humanas. Estos ataques se enmarcan en la estrategia de Moscú de debilitar la capacidad de Ucrania para exportar sus productos agrícolas a través del Mar Negro, una de las principales fuentes de ingresos del país.
Los expertos señalan que los constantes ataques a Odesa forman parte de los esfuerzos de Rusia por socavar la economía ucraniana y ejercer presión sobre el gobierno de Volodimir Zelenski. Sin embargo, Ucrania ha logrado mantener sus operaciones portuarias a pesar de los bombardeos, demostrando su determinación por continuar con sus actividades comerciales.
La comunidad internacional ha condenado enérgicamente estos ataques contra la infraestructura civil ucraniana, calificándolos como crímenes de guerra. Organizaciones humanitarias han hecho un llamado urgente para que se respete el derecho internacional y se proteja a la población civil.
Este nuevo ataque a Odesa se produce en un momento de gran tensión en el conflicto entre Rusia y Ucrania, donde ambas partes continúan librando una batalla encarnizada por el control de territorios estratégicos. La comunidad internacional sigue de cerca los acontecimientos, exigiendo el cese inmediato de las hostilidades y una solución diplomática que ponga fin a esta devastadora guerra.
