El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha indicado que no descarta la posibilidad de una guerra con Venezuela, cerca de cuyas aguas su país mantiene un despliegue militar. Esta declaración se produce en medio de una creciente tensión entre ambos países por el control de los recursos petroleros venezolanos.
Trump acusó a Venezuela de haber "robado" petróleo, tierras y otros activos a Estados Unidos, y afirmó que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, "sabe exactamente" y "más que nadie" lo que quiere, aunque se negó a confirmar si el objetivo final de su estrategia es derrocar al gobierno chavista.
Por su parte, Maduro rechazó los "ambiciosos imperialistas" que buscan "robar" el petróleo y otros recursos naturales de Venezuela, y defendió el socialismo como un modelo que "rechaza la guerra de rapiña y la guerra por petróleo, por oro y por tierras".
La tensión entre ambos países se ha intensificado en las últimas semanas, luego de que Trump ordenara bloquear la entrada y salida de Venezuela de todos los petroleros sancionados por su país. Estados Unidos también ha incautado un barco cargado con crudo venezolano cerca de las costas del país suramericano.
Ante estas medidas, Maduro aseguró que continuará con el "libre comercio naval" de petróleo, pese a las amenazas de Trump. Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, advirtió que "no existe nada" que pueda impedir a la Administración de Trump bloquear la salida de Venezuela de los buques petroleros sancionados.
La escalada de tensión entre Estados Unidos y Venezuela se produce en un momento en que ambos países se enfrentan a una crisis económica y política. Mientras Trump busca mantener el control sobre los recursos energéticos de la región, Maduro lucha por preservar la soberanía de su país y el modelo socialista que ha implementado.
