La muerte de Selva Alemán en 2024 dejó un vacío inmenso en el mundo del espectáculo y en la vida de su compañero de toda la vida, el actor Arturo Puig. En una reciente y profunda entrevista, Puig se sinceró sobre el duelo que transita y reveló una sospecha que lo persigue: la posibilidad de que una mala atención médica inicial haya precipitado el final de su esposa.
Puig relató que la salud de Selva era controlada y que ella era "estricta de una manera casi tremenda" con sus chequeos. Sin embargo, aquel fatídico día, un síntoma atípico confundió a los profesionales. "Yo creo que hubo un error del primer médico que vino", afirmó el actor con dolor. Según explicó, Selva manifestaba un fuerte malestar gástrico, pero el médico extranjero que la revisó hizo un chequeo de presión y dijo que no había ningún problema.
El actor profundizó en la diferencia de los síntomas de un infarto según el género, algo que supo después por boca de otros especialistas: "Después los médicos me contaron que el infarto en las mujeres se provoca como un dolor de estómago; en los hombres generalmente es el brazo". Esa oportunidad perdida debido al primer diagnóstico equivocado es lo que más angustia a Puig: "Si yo sabía esto del primer médico, la llevaba volando al ICBA, que es el centro cardiológico y vivíamos a dos cuadras".
A pesar de la duda sobre el accionar médico, Arturo se muestra reticente a iniciar acciones legales: "No sé, ya está". La muerte de Selva, tras cinco décadas de relación extraordinaria, obligó al actor a enfrentarse a una realidad desconocida. "La partida de Selva para mí fue una explosión en la cara desde todo punto de vista. Todavía no puedo creer no verla más, me cuesta mucho", confesó.
En este proceso de reconstrucción, Puig admitió haber descubierto facetas de su vida que ella resolvía por él: "Me di cuenta de que era un nene mimado con ella porque ahora tengo que hacer un montón de cosas que antes no hacía. Ella era el centro de la familia". Como parte de este cambio, decidió mudarse de la casa que compartieron por años a un departamento más pequeño para evitar los "recuerdos permanentes" y las dificultades físicas de una vivienda grande.
A pesar de la tristeza, el actor encuentra alivio en sus hijos, sus amigos entre los que destacó a Guillermo Francella y Carlos Rottemberg y, fundamentalmente, en su vocación. Aunque recibió numerosas propuestas para hacer temporada teatral, eligió un proyecto que le permitiera manejar sus tiempos y su ánimo. En febrero de 2026, Puig regresará a las tablas con "Palabras vivas", un unipersonal en el Teatro San Martín dirigido por Rita Terranova. "Es un día a día y hora a hora. Una hora estás bien, otra caés... pero el trabajo me va a venir bien. Es lo que quería hacer", concluyó.











