La restauración del viaducto El Salto en la ciudad de Babahoyo se extenderá hasta marzo de 2026, afectando a cientos de ciudadanos que dependen de este paso peatonal para llegar a sus trabajos y actividades diarias. Desde el cierre del puente en octubre, los residentes deben cruzar el río Babahoyo en canoas, pagando 25 centavos por viaje, lo que ha supuesto un gasto adicional y una carga para muchas familias.
La obra de rehabilitación del puente peatonal registra un avance del 50% y, si bien la Alcaldía anunció que podría habilitarse a finales de enero de 2026, el contrato culmina el 30 de marzo de ese año. Esto significa que los ciudadanos tendrán que seguir enfrentando las complicaciones del transporte fluvial durante al menos los próximos 14 meses.
Luz Angélica Torres, una residente de 72 años, es uno de los afectados por esta situación. Ella debe reunir 25 centavos diarios para cruzar el río en canoa y llegar a su trabajo, una rutina que se repite para cientos de personas desde el cierre del puente peatonal. Su hijo le da 3 dólares semanales para cubrir este gasto, mientras ella complementa sus ingresos reciclando botellas.
Estudiantes, trabajadores y ciudadanos en general utilizan a diario estas canoas para cumplir con sus actividades en el centro de la ciudad, enfrentando complicaciones desde que el puente fue cerrado el 1 de octubre. La Alcaldía ha anunciado que se realizarán trabajos complementarios en las torres del viaducto para reducir las molestias a la población, pero la reapertura definitiva no se espera hasta finales de marzo de 2026.
Esta situación ha generado un gran impacto en la vida cotidiana de los residentes de Babahoyo, quienes se ven obligados a asumir gastos adicionales y dedicar más tiempo a sus desplazamientos. Mientras las obras avanzan, las familias continúan afectadas por la falta de un paso peatonal seguro y accesible.
