La administración nacional ha iniciado la subasta pública de predios pertenecientes al extinto programa Procrear, habilitando la venta de lotes urbanos en Buenos Aires, Santa Fe y Paraná, incluyendo algunos con edificaciones en curso y valores base expresados en dólares. Este proceso, que surgió de la decisión oficial de liquidar activos del programa creado durante la gestión de Cristina Kirchner, busca transparentar el acceso y participación a través de la plataforma digital COMPR.AR.
Los primeros terrenos en ser subastados pertenecen a tres ciudades: Ciudad de Buenos Aires, Santa Fe y Paraná. En Barracas, Buenos Aires, el lote "Estación Buenos Aires" (EBA) tiene una superficie de 2.903,77 m2 y un precio base de 2.977.941 dólares. En Paraná, Entre Ríos, el terreno de mayor extensión abarca 49.990,56 m2 con un valor base de 966.187,72 dólares. Mientras que en Santa Fe, el predio de 6.418,47 m2 parte de un precio de 3.649.310,34 dólares.
Estos predios presentan diferentes estados de avance en las obras planificadas por el extinto Procrear, con el lote de Buenos Aires totalmente libre de edificaciones, mientras que los de Santa Fe y Paraná cuentan con un 33% y 7% de avance, respectivamente, sobre proyectos de viviendas.
La decisión de subastar estos activos forma parte de un reordenamiento más amplio en el manejo de bienes estatales, respondiendo a la necesidad de evaluar, sanear o eliminar fondos fiduciarios públicos por deficiente administración de recursos y resultados insatisfactorios del programa Procrear, según lo expresado por la cartera de Economía.
El proceso de venta utiliza la plataforma digital COMPR.AR y cuenta con la intervención del Tribunal de Tasaciones de la Nación, responsable de determinar los valores mínimos de remate. Las autoridades anticiparon que en las próximas semanas continuará la publicación de nuevos remates para inmuebles ubicados en distintas jurisdicciones.
La combinación de superficies, ubicación y precios diferencia a los tres lotes actualmente dentro de la oferta pública nacional, marcando un hito para el destino de los predios que formaban parte de uno de los principales programas estatales de financiamiento habitacional de las últimas décadas.
