El representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, adelantó que la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), prevista para 2026, dependerá de la disposición de México y Canadá para realizar cambios que favorezcan a la producción y la inversión estadounidense. De no realizarse dichos cambios, el gobierno del presidente Donald Trump no aceptará renovar la vigencia del acuerdo comercial.
Durante su informe ante el Congreso estadounidense, Greer señaló que hay algunos factores que podrían mejorar la negociación del T-MEC para 2026, como son los aranceles impuestos por México a países con los que no tiene un tratado comercial, como China. El funcionario destacó que la presentación de una propuesta legislativa que aumentaría los aranceles a más de mil 400 productos importados a México desde países no socios del TLC, incluida China, los protege del exceso de capacidad industrial de economías no de mercado y reduce distorsiones dentro de la región.
En el caso de México, el gobierno estadounidense destaca la colaboración en temas de seguridad y comercio por parte del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, aunque mantiene sus dudas sobre algunas políticas que han aprobado, como la nueva reforma energética de 2024, que amenazan a las empresas de su país.
Por su parte, el primer ministro de Canadá, Mark Carney, afirmó que su país probablemente no alcanzará un acuerdo a corto plazo con Estados Unidos para reducir aranceles en sectores como acero y aluminio, esperando que las negociaciones se incorporen a la próxima revisión del T-MEC el año entrante. Carney explicó que, aunque Canadá y Estados Unidos avanzaban previamente hacia un acuerdo arancelario sobre metales, el presidente Donald Trump detuvo las discusiones en octubre.
"Mi evaluación es que esto ahora se integrará a la negociación más amplia del T-MEC, así que es improbable tener un acuerdo sectorial", dijo Carney.
La revisión del T-MEC en 2026 se perfila como un momento crucial en las relaciones comerciales de América del Norte, con Estados Unidos buscando cambios que favorezcan su economía, mientras México y Canadá intentan mantener el acuerdo vigente. Las próximas negociaciones se anuncian como un escenario de tensión y desafíos para los tres países.
