Los españoles tienen un grave problema de sueño que afecta seriamente su salud, según un informe de la Sociedad Española de Neurología (SEN). Más del 60% de la población duerme en promedio solo 6 horas por noche entre semana, muy por debajo de las 7-9 horas recomendadas.
Esta "deuda de sueño" no es inocua, sino que se asocia a una menor esperanza de vida y a una amplia gama de problemas de salud. La falta de descanso adecuado deteriora el funcionamiento cognitivo, empeora el estado de ánimo y la salud mental, aumenta el riesgo de accidentes, y perjudica la salud física.
"Menos del 5% de la población se podría catalogar dentro de lo que denominamos 'dormidor corto', es decir, personas a las que les basta dormir entre 5 y 6 horas para encontrarse bien y descansados", explica la Dra. Celia García Malo, Coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.
La concentración, la toma de decisiones y el aprendizaje se ven afectados por la falta de sueño, lo que se traduce en menor productividad y más errores en el trabajo y la escuela. Además, el sueño cumple un papel clave en consolidar la información adquirida durante el día.
A nivel emocional, dormir poco vuelve a las personas más irritables, ansiosas y con dificultad para manejar el estrés. A largo plazo, se asocia con trastornos como depresión y ansiedad.
Otro riesgo importante es el aumento de accidentes, ya que la somnolencia reduce la atención y el tiempo de reacción. Conducir con sueño puede provocar "microsueños" que pueden tener consecuencias fatales.
En cuanto a la salud física, la privación crónica de sueño se vincula con hipertensión, enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, diabetes tipo 2 y problemas renales. A corto plazo, también debilita el sistema inmunológico.
"Dormir solo cinco horas puede parecer una solución para 'ganar tiempo', pero a largo plazo, el coste para la salud y el bienestar es demasiado alto", concluyen los expertos. La calidad de vida se ve profundamente afectada por el cansancio constante.
