La búsqueda de una sonrisa perfectamente blanca, impulsada por celebridades y figuras de redes sociales, ha dado lugar a una preocupante tendencia conocida como "blancorexia" o "Hollywood white". Esta práctica, que implica procedimientos de blanqueamiento dental o uso de carillas, conlleva importantes riesgos para la salud bucal si no se realiza de manera adecuada y bajo supervisión profesional.
Según expertos, los peligros de este tipo de tratamientos van desde el desgaste innecesario del diente, la inflamación de las encías y el aumento de la sensibilidad dentaria. Si bien los procedimientos de blanqueamiento y las carillas pueden ser beneficiosos cuando se aplican correctamente, la búsqueda de una sonrisa extremadamente blanca ha generado nuevas preocupaciones en el ámbito de la salud oral.
La doctora Natalia Marcus Vaccarezza, odontóloga especialista en rehabilitación oral de la Universidad de Concepción, advierte que no todos los pacientes realmente requieren este tipo de intervenciones estéticas. "Si yo tengo un paciente que llega con este requerimiento y tiene una sonrisa armónica, tiene la forma de los dientes naturales, no tiene lesiones de caries, no tiene ninguna restauración en boca, posiblemente yo no se lo indicaría", explicó.
Las carillas dentales, que buscan devolver la función y estética de los dientes, deben aplicarse de manera adecuada, ya sea de forma directa con materiales poliméricos o de forma indirecta con cerámicas. Por su parte, los blanqueamientos dentales utilizan agentes químicos como el peróxido de hidrógeno o el peróxido de carbamida para aclarar el color intrínseco del diente natural.
Según la experta, estos procedimientos deben ser supervisados por profesionales de la odontología, ya que las opciones no personalizadas y de venta libre en tiendas y supermercados no son recomendadas. Además, se sugiere que los blanqueamientos se realicen preferentemente en pacientes mayores de edad, debido a que en individuos jóvenes la estructura dental aún puede encontrarse en proceso de maduración, lo que podría aumentar la susceptibilidad a efectos adversos transitorios, como la sensibilidad dental.
La evidencia científica indica que, cuando estos tratamientos se utilizan de forma controlada y bajo supervisión profesional, no producen alteraciones estructurales significativas en el esmalte ni en la dentina. Sin embargo, la búsqueda de una sonrisa extremadamente blanca a toda costa puede conllevar riesgos que los pacientes deben considerar antes de someterse a este tipo de procedimientos.











