TikTok ha logrado un acuerdo que le permitirá continuar sus operaciones en Estados Unidos, evitando así la amenaza de una prohibición en el país debido a sus vínculos con la propiedad china. Según un documento interno de la compañía, la nueva estructura empresarial asigna el 45% del control de la nueva empresa conjunta a un trío de firmas estadounidenses: Oracle, Silver Lake y el fondo de inversión emiratí MGX.
El resto del control se distribuirá entre los actuales inversores de ByteDance, la matriz china de TikTok, dentro de los límites establecidos por la ley estadounidense. Un tercio de la empresa conjunta quedará en manos de inversores estadounidenses, mientras que ByteDance mantendrá casi el 20% de participación, el máximo permitido para una empresa china.
Este acuerdo responde a una ley aprobada en 2024 durante la administración del entonces presidente Joe Biden, que obligaba a ByteDance a vender las operaciones de TikTok en Estados Unidos o enfrentar su prohibición en el mercado más importante para la plataforma. El pacto también habría requerido la aprobación del gobierno chino.
Entre los actores clave del acuerdo figura Larry Ellison, presidente ejecutivo y fundador de Oracle, conocido por su cercanía con el expresidente Donald Trump. Durante su mandato, así como desde el Congreso, se expresaron reiteradas advertencias sobre TikTok, alegando que China podría usar la aplicación para extraer datos de ciudadanos estadounidenses o influir en la opinión pública.
Tras el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero, el mandatario retrasó de forma reiterada la aplicación de la ley mediante decretos sucesivos. Sin embargo, el plazo vigente para cumplir con la normativa vence el 23 de enero de 2026.
Según el memorando interno, la nueva empresa conjunta estadounidense tendrá autoridad sobre aspectos clave como la protección de datos, la seguridad del algoritmo, la moderación de contenido y la seguridad del software en Estados Unidos. Por su parte, las entidades estadounidenses de TikTok Global se encargarán de la interoperabilidad global de productos y ciertas actividades comerciales.
Si bien el acuerdo confirma en gran medida lo anunciado por la Casa Blanca en septiembre, aún quedan algunas incógnitas por resolver, como el grado de separación entre las operaciones estadounidenses y la matriz china de ByteDance.












