El presidente de la República Dominicana, en medio de masivas protestas por el alto costo de la vida, anunció este lunes una serie de reformas económicas y sociales para aliviar la crisis que afecta al país.
En un discurso televisado, el mandatario reconoció la difícil situación económica que atraviesa la población, con una inflación galopante, escasez de productos básicos y un dólar que no deja de subir. "Entendemos el malestar y la frustración de nuestros ciudadanos. Por eso hemos diseñado un paquete de medidas para aliviar esta coyuntura", afirmó.
Entre las principales iniciativas, destacan:
- Aumento del 25% al salario mínimo, que pasará de 12,500 pesos a 15,600 pesos mensuales.
- Subsidios directos a familias de bajos ingresos para la compra de alimentos y medicamentos.
- Congelamiento por 6 meses de los precios de la canasta básica.
- Rebaja de impuestos a pequeñas y medianas empresas.
- Inyección de liquidez al sistema bancario para facilitar créditos a la producción.
"Entendemos que estas medidas no resolverán la crisis de un día para otro, pero estamos convencidos de que son un paso en la dirección correcta", señaló el presidente. Además, anunció la creación de una "mesa de diálogo" con líderes sociales y políticos para discutir soluciones de largo plazo.
Las protestas, que han reunido a miles de personas en las calles de Santo Domingo y otras ciudades, fueron convocadas por organizaciones sindicales y partidos de oposición. Los manifestantes exigen una rebaja sustancial de los precios, mayor apoyo social y la renuncia del gobierno.
"El pueblo está cansado de promesas incumplidas y parches. Queremos soluciones reales y de fondo", declaró uno de los líderes de la movilización.
Analistas consultados señalan que el paquete de medidas anunciado por el presidente es un intento por contener el descontento social, pero advierten que se necesitarán reformas más profundas para abordar los problemas estructurales de la economía dominicana.
