Tras décadas de olvido, el colectivo encabezado por Rolando Murgas ha logrado avances significativos en la identificación de las víctimas de la invasión de Estados Unidos a Panamá en 1989. Según el informe presentado, en este 2025 se analizaron 11 restos humanos, de los cuales 6 pudieron ser identificados gracias a coincidencias de ADN con familiares.
La fiscal Geomara Guerra destacó el aporte de la Fundación de Antropología Forense de Guatemala, que ha permitido identificar aproximadamente 43 restos de víctimas. Además, el Ministerio Público ha investigado 33 casos de personas desaparecidas durante aquel conflicto, cuyo paradero nunca fue esclarecido.
Gracias a estos esfuerzos, en los últimos años se han logrado 5 procesos de restitución de restos a familiares, quienes han podido dar una digna sepultura a sus seres queridos. Un paso importante para cerrar heridas y hacer justicia tras la devastación que trajo consigo la denominada "Causa Justa".
La invasión de Estados Unidos a Panamá, en diciembre de 1989, dejó un saldo trágico, sobre todo en barrios humildes como El Chorrillo. Lejos de limitarse a objetivos militares, las tropas estadounidenses causaron numerosas bajas entre la población civil y destruyeron gran parte de la infraestructura del país.
Según los testimonios, las fuerzas invasoras "no hicieron el menor esfuerzo por limitarse a blancos militares, y evitar daños a las vidas y bienes de la población civil". Esta agresión, cuyos verdaderos objetivos eran capturar al ex general Manuel Antonio Noriega y restaurar la democracia, terminó trayendo muerte y devastación.
Después de más de tres décadas, los esfuerzos del colectivo liderado por Rolando Murgas y las autoridades panameñas han permitido avanzar en la identificación de las víctimas y en el proceso de reparación y justicia. Un trabajo arduo que busca cerrar heridas y honrar la memoria de quienes perdieron la vida en aquella trágica jornada.
