La Sociedad de Ingenieros de Bolivia (SIB) organizó recientemente un foro titulado "Santa Cruz frente al riesgo de inundaciones: diagnóstico técnico y soluciones", con el objetivo de analizar y plantear soluciones que permitan prevenir que las riadas o desastres naturales no tengan un impacto de gran magnitud en la región.
Durante el evento, el Servicio Autónomo de Agua Potable y Alcantarillado (Searpi) dio a conocer preocupantes datos sobre la situación actual de Santa Cruz. La expansión de asentamientos informales y la deforestación acelerada en las zonas aledañas a la ciudad han agravado significativamente el riesgo de inundaciones.
"Hemos visto cómo las riadas cada vez son más frecuentes y devastadoras. Esto se debe principalmente a la ocupación de las áreas naturales de drenaje y a la tala indiscriminada de los bosques que antes actuaban como esponjas para absorber el exceso de agua", explicó un ingeniero del Searpi.
Según los expertos, la deforestación ha reducido la capacidad de los suelos para retener el agua, lo que provoca que durante las lluvias intensas, el agua escurra rápidamente hacia los ríos y cause inundaciones. Asimismo, los asentamientos informales construidos en zonas de riesgo obstruyen el flujo natural de los causes, agravando aún más la situación.
"Necesitamos una acción urgente y coordinada entre las autoridades, la sociedad civil y el sector privado para recuperar las áreas verdes, mejorar el drenaje urbano y reubicar a las familias que viven en zonas de alto riesgo", señaló el presidente de la SIB.
Durante el foro, se presentaron diversas propuestas técnicas, como la construcción de canales de desvío, la reforestación de las cuencas hídricas y la implementación de sistemas de alerta temprana. Sin embargo, los expertos coincidieron en que el éxito de estas medidas dependerá de la voluntad política y del compromiso de todos los actores involucrados.
"No podemos seguir ignorando este problema. Las inundaciones ya están causando graves daños a la infraestructura, la economía y, lo más importante, ponen en riesgo la vida de miles de personas. Debemos actuar ahora para evitar que la situación se vuelva aún más crítica", concluyó el ingeniero del Searpi.
