El alcalde de La Paz, Iván Arias, propuso la implementación de compensaciones económicas focalizadas para los sectores más vulnerables como alternativa al levantamiento de la subvención a los carburantes, dispuesto por el Gobierno nacional mediante el Decreto Supremo 5503.
Arias advirtió que el impacto del alza de pasajes puede ser significativo para las familias, en especial aquellas con varios hijos. Explicó que, si la tarifa sube de Bs 2,40 a Bs 3, el costo adicional mensual se vuelve considerable.
"Sesenta centavos por cinco viajes diarios son tres bolivianos al día; en diez días ya son 30 bolivianos. Eso debe ser compensado", afirmó el alcalde paceño.
En ese sentido, planteó transferencias directas y focalizadas a madres solteras, personas desempleadas o sin ingresos fijos y hogares en situación de vulnerabilidad, a través de depósitos específicos que cubran el sobrecosto del transporte.
"Usted quita la subvención, pero devuelve ese dinero al pueblo de manera focalizada. Eso no nos explica el Gobierno. Han levantado la subvención y listo", cuestionó Arias.
El alcalde sostuvo que, si no existe un mecanismo claro de compensación social, lo más razonable sería mantener la subvención al transporte público, al considerar que este sector tiene un efecto multiplicador en la economía cotidiana de las ciudades.
Sin embargo, desde el Ejecutivo, el ministro de la Presidencia, José Luis Lupo, rechazó la posibilidad de modificar o negociar el Decreto 5503 y aseguró que se trata de una medida imprescindible para enfrentar la crisis económica.
"De ninguna manera, este no es un instrumento de negociación ni de capricho. Es el único camino posible para estabilizar la economía, evitar un mayor empobrecimiento y salir de la crisis", afirmó Lupo.
El ministro sostuvo además que, según estudios municipales y del propio Gobierno, el combustible no supera el 20% de la estructura de costos del transporte, por lo que consideró "inaceptable" un incremento de pasajes por encima de ese nivel.
Añadió que el Ejecutivo adoptó medidas complementarias para aliviar al sector, como el arancel cero para repuestos, llantas, neumáticos y baterías, y cuestionó la viabilidad de mantener una subvención a un combustible que, según dijo, "no existía de forma regular en el mercado".
"¿De qué sirve un combustible barato que no existe y que no les permite trabajar ni siquiera la mitad de la semana?", concluyó Lupo.
La disputa entre el Gobierno y las autoridades locales por el impacto del fin de la subvención a los combustibles se mantiene, mientras los ciudadanos afrontan el alza de los pasajes y los costos de transporte en un contexto de crisis económica.
