La ejecutiva Kristin Cabot rompió su silencio meses después de protagonizar uno de los videos virales más comentados del año, tras ser captada junto a su jefe, Andy Byron (CEO de Astronomer), en la 'kiss cam' durante un concierto de Coldplay en Boston (EE.UU.).
El incidente, bautizado en redes sociales como #coldplaygate, terminó con la pérdida del empleo de Cabot y la expuso a meses de "humillación pública, acoso y amenazas" en redes sociales. Ambos estaban separados de sus respectivas parejas al momento del escándalo.
Cabot, quien era la jefa de Recursos Humanos de Astronomer, declaró que tomó "una mala decisión" al beber y comportarse de manera inapropiada con su superior. Si bien negó haber tenido relaciones sexuales con Byron, admitió que sentía atracción por él.
Tras la viralización del video, la ejecutiva relató haber sido objeto de insultos y ataques, recibiendo más de 50 llamadas diarias durante semanas, con fotógrafos apostados frente a su casa e incluso amenazas de muerte. El escándalo también afectó a sus hijos, quienes evitaban aparecer en público con ella.
Aunque Astronomer le ofreció a Cabot regresar a su puesto tras una investigación interna, ella prefirió negociar su salida de la empresa, considerando inviable retomar su trabajo tras la exposición pública. Por su parte, Byron renunció a su cargo como CEO de la compañía.
Desde entonces, el contacto entre Cabot y Byron ha sido mínimo, y él no ha realizado declaraciones públicas sobre el incidente.












