El cometa interestelar 3I/ATLAS, un fenómeno astronómico de gran interés científico, alcanzará su máximo acercamiento a la Tierra el viernes 19 de diciembre de 2025. Este evento, que es seguido por observatorios y astrónomos de todo el mundo, se producirá alrededor de la 01:00 a.m. (hora local) en Perú, aunque el cometa no será visible a simple vista.
Para quienes deseen ver el cometa 3I/ATLAS en vivo, la única opción será seguir las transmisiones astronómicas oficiales, como las del Virtual Telescope Project (Italia) y las de observatorios asociados a la NASA, que emitirán imágenes en tiempo real a través de YouTube y plataformas científicas.
Uno de los fenómenos más intrigantes captados por el telescopio Gemini North en Hawái es la variación de color del cometa 3I/ATLAS. Inicialmente, este objeto celeste se observó con un matiz rojizo, pero a medida que se aproximaba al Sol, comenzó a emitir un resplandor verdoso. Este cambio cromático se atribuye a la sublimación de moléculas de carbono diatómico (C2), que al ser excitadas por la radiación ultravioleta solar, emiten luz en el espectro verde.
Aunque llega desde fuera del Sistema Solar, el cometa 3I/ATLAS no será fácil de ver. Durante su mayor acercamiento a la Tierra, su brillo será muy bajo, por lo que no podrá observarse a simple vista. Solo astrónomos aficionados con experiencia y telescopios potentes, en lugares con cielos oscuros, podrán distinguirlo como una mancha tenue.
El cometa 3I/ATLAS es el tercer objeto interestelar confirmado que atraviesa el Sistema Solar, después de 'Oumuamua y Borisov. Este hecho ha despertado gran interés en la comunidad científica, ya que ofrece una oportunidad poco común para estudiar material proveniente de fuera de nuestro vecindario cósmico.
Telescopios como el Hubble y el James Webb, así como sondas que orbitan Marte, están siendo utilizados para analizar la composición y el comportamiento del cometa 3I/ATLAS justo durante su mayor acercamiento a la Tierra.
Según expertos, el cometa 3I/ATLAS no representa un peligro para la vida humana, ya que se encontrará a 270 millones de kilómetros (unas 1,8 unidades astronómicas) de la Tierra en su punto más cercano. Sin embargo, su visita ha despertado un interés especial en el Sistema de Alertas de la ONU, no por una amenaza inminente, sino por la oportunidad que representa para mejorar los mecanismos de observación y seguimiento de objetos cercanos a la Tierra.
