Los príncipes de Gales, Guillermo y Kate Middleton, han compartido su tradicional postal navideña, una imagen que refleja la cercanía y armonía de su familia en un entorno campestre.
La fotografía, tomada en abril pasado en Norfolk, muestra a los duques junto a sus tres hijos -George, Charlotte y Louis- en un ambiente natural y relajado, alejado del protocolo y la solemnidad que suele asociarse a la monarquía británica.
Lejos del boato, la imagen apuesta por la naturalidad y la complicidad familiar. Los cinco aparecen coordinados en tonos verdes, tierras y vaqueros, con un aire informal pero cuidado. Uno de los detalles que más ha llamado la atención es la expresión espontánea de Louis, el pequeño de la familia, que luce una sonrisa sin dientes delanteros, aportando frescura y cercanía a la escena.
La elección del escenario, la región de Norfolk, no es casual. Allí se encuentra Anmer Hall, la residencia campestre que la reina Isabel II regaló a los príncipes tras su boda y que se ha convertido en uno de sus principales refugios. Este entorno natural y significativo para la familia refuerza el vínculo emocional de Guillermo con la zona, donde también se ubica Sandringham, tradicional epicentro de las Navidades reales.
La postal navideña llega en un contexto cargado de simbolismo para los príncipes. Tras un año marcado por cambios personales y una mayor atención al bienestar familiar, Guillermo y Kate han insistido en priorizar la vida privada sobre la exposición pública. La imagen resume ese enfoque: una familia unida, serena y en contacto con la naturaleza.
Las celebraciones navideñas ya han comenzado para ellos. Esta semana participaron en el tradicional almuerzo organizado por el rey Carlos en el Palacio de Buckingham y asistieron al concierto de villancicos impulsado por Kate, una cita que se ha consolidado como uno de los actos más emotivos del calendario real.












