Agrícola Pampa Baja, uno de los principales productores agrícolas del sur de Perú, está evaluando incursionar en el cultivo de cerezas como parte de una estrategia para adaptarse a los desafíos que enfrenta la agricultura en la región, especialmente la escasez de mano de obra especializada.
La empresa, que actualmente se dedica a la producción de paltas, uvas, arándanos y otros frutos, considera instalar una parcela de prueba de cerezas de bajo requerimiento de frío. Esto les permitiría cosechar entre septiembre y octubre, una ventana que actualmente presenta menor oferta en el mercado internacional.
Claudio Albarracín, director general de Agrícola Pampa Baja, explicó que la decisión de evaluar el cultivo de cerezas se debe más a una evaluación técnica y productiva que a una expansión comercial inmediata. "No hay especialización agrícola en Majes. Necesitamos capacitar trabajadores o contratarlos en el norte", señaló Albarracín, destacando que la falta de mano de obra calificada es el principal cuello de botella para el crecimiento de la empresa.
La escasez de personal especializado impacta especialmente en cultivos intensivos en trabajo, como la uva de mesa y los arándanos. Esto ha llevado a Agrícola Pampa Baja a priorizar productos que demandan menos mano de obra, como la palta y la granada, y a evaluar nuevas alternativas productivas.
Agrícola Pampa Baja opera en un entorno particularmente desafiante, ubicada en una zona desértica de Majes, donde el agua debe ser trasladada desde más de 100 kilómetros a través de un sistema de riego que se abastece de la presa Condoroma. A pesar de estos obstáculos, la empresa ha logrado construir un modelo agrícola diverso, con más de 1,300 hectáreas en Majes y 25 años de operación, orientado a mercados como Europa, Estados Unidos y Asia.
La empresa es la única gran operación comercial agrícola de la zona, conviviendo con pequeños productores que manejan parcelas de alrededor de cinco hectáreas. Esta configuración le permite acceder a infraestructura avanzada, pero también expone la limitada tradición agrícola del área.
Ante estos desafíos, Agrícola Pampa Baja viene analizando las tierras que dispone en Majes y Olmos, con el objetivo de explorar distintas opciones de crecimiento que equilibren productividad, costos laborales y acceso a mercados internacionales. La incursión en el cultivo de cerezas es una de las alternativas que la empresa está evaluando para adaptarse a las condiciones cambiantes del sector agrícola en el sur de Perú.










