La iniciativa del diputado Gaspar Rivas, que pierde su escaño en marzo, genera un rechazo transversal al ser calificada como un riesgo para la democracia y la separación de poderes.
Un polémico proyecto de reforma constitucional, presentado por el diputado independiente Gaspar Rivas, busca otorgar al Presidente de la República la facultad de disolver el Congreso Nacional. La iniciativa establece que, si el legislativo rechaza o modifica sustancialmente un mensaje presidencial declarado "Esencial para el Interés Superior de la Nación", el mandatario podrá disolver el parlamento y gobernar mediante decretos con fuerza de ley durante 180 días.
Según reportó Publimetro, la propuesta generó un rechazo inmediato y transversal en el Congreso. La diputada Lorena Fries advirtió que su aprobación significaría que "nos encontramos en la fase inicial del vaciamiento de la democracia y el Estado de Derecho". Por su parte, la diputada Camila Flores afirmó que "Chile no necesita experimentos autoritarios ni populismo constitucional". Rivas, quien no renovó su escaño, dejará el Congreso el próximo 11 de marzo.
Los expertos consultados coinciden en que la iniciativa de Rivas representa un grave riesgo para la estabilidad democrática del país. "Otorgar al Presidente la facultad de disolver el Congreso a su antojo es una clara amenaza a la separación de poderes y al sistema de pesos y contrapesos que sustenta nuestra democracia", señaló el constitucionalista Andrés Bordalí.
Diversos sectores políticos, desde la izquierda hasta la derecha, han rechazado enérgicamente la propuesta. "Es inaceptable que se intente socavar las bases de nuestra institucionalidad democrática de esta manera", afirmó el senador Jaime Quintana, del Partido Por la Democracia.
Por su parte, el diputado Rodrigo Galilea, de Renovación Nacional, calificó la iniciativa como "un ataque directo a la democracia" y adelantó que su partido hará todo lo posible para impedir que prospere.
En medio de este rechazo generalizado, es poco probable que el proyecto de Rivas logre avanzar en el Congreso. Sin embargo, los analistas advierten que este tipo de iniciativas populistas y antidemocráticas deben ser tomadas con la mayor seriedad, pues pueden sentar un peligroso precedente.
