El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha anunciado que vetará cualquier proyecto de ley que busque reducir la condena de 27 años de prisión impuesta a su antecesor, Jair Bolsonaro, por delitos relacionados con el intento de golpe de Estado del 8 de enero.
Lula argumentó que quienes atentaron contra la democracia "tienen que pagar" por sus actos. De esta manera, el mandatario de izquierda se opone firmemente a cualquier iniciativa que busque acortar la pena del exmandatario de ultraderecha.
La decisión de Lula se produce luego de que la Cámara de Diputados aprobara un proyecto de ley que buscaba reducir la condena de Bolsonaro. Dicha iniciativa aún debía ser analizada por el Senado y finalmente recibir la firma del presidente para entrar en vigor.
Sin embargo, Lula ha dejado claro que no dará su aval a esta propuesta, manteniendo su posición de que quienes atentaron contra la democracia deben enfrentar las consecuencias de sus actos.
La condena de 27 años de prisión a Bolsonaro se produjo por su presunta participación en los hechos violentos del 8 de enero, cuando miles de seguidores del exmandatario irrumpieron en las sedes de los tres poderes en Brasilia, causando graves daños y dejando un saldo de cientos de detenidos.
Lula ha sido enfático en su discurso de que no habrá impunidad para quienes intentaron derrocar al gobierno democráticamente electo. Su decisión de vetar cualquier intento de reducir la pena de Bolsonaro se enmarca en esta posición inquebrantable.
La noticia ha generado gran revuelo en la escena política brasileña, con reacciones de apoyo y rechazo a la postura del actual presidente. Algunos sectores han criticado la decisión de Lula, argumentando que se trata de una medida "vengativa" y que podría generar más polarización en el país.
Sin embargo, el mandatario ha mantenido su postura, reafirmando su compromiso con la defensa de la democracia y la aplicación de la justicia a quienes atentaron contra ella.
