El asesinato de Mario Pineida, lateral izquierdo del Barcelona ecuatoriano, es el último de una serie de ataques violentos contra jugadores en Ecuador, un país que atraviesa una grave crisis de inseguridad impulsada por bandas del crimen organizado.
Desde inicios de 2025, se han registrado al menos cinco asesinatos de futbolistas en Ecuador, una ola de violencia sin precedentes que ha alcanzado incluso a los jugadores de los principales clubes del país, como es el caso de Pineida, de 33 años, quien fue acribillado a plena luz del día en una concurrida zona de Guayaquil.
El 'Pitbull' Pineida era un veterano del fútbol ecuatoriano, con una trayectoria de éxito que incluía dos títulos de liga con el Barcelona y dos semifinales de la Copa Libertadores. Incluso había llegado a vestir la camiseta de la selección nacional. Su asesinato se suma a otros casos similares, como el del futbolista Jonathan 'Speedy' González, de 30 años, quien fue muerto a tiros en Esmeraldas, o los de Maicol Valencia, Leandro Yépez y el juvenil Miguel Nazareno, todos ellos víctimas de la violencia que azota al país.
Más allá de los asesinatos, los futbolistas ecuatorianos también han sido blanco de secuestros perpetrados por bandas criminales, como le ocurrió a Pedro Pablo Perlaza, quien fue secuestrado junto a un amigo en Esmeraldas, o al jugador del Emelec Jackson Rodríguez, cuya esposa e hijo fueron secuestrados en un intento fallido.
La crisis de violencia que vive Ecuador se ha convertido en una pesadilla para el fútbol local, con jugadores que temen por sus vidas y clubes que ven cómo sus plantillas se ven diezmadas por los ataques del crimen organizado. Autoridades y dirigentes deportivos deben actuar con urgencia para frenar esta ola de violencia que está dejando una huella imborrable en el deporte ecuatoriano.
