La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) otorgó este año su prestigioso Premio Nansen al empresario mexicano Pablo Moreno Cadena, director global de asuntos corporativos de la fabricante de electrodomésticos Mabe. Este reconocimiento se debe a que Mabe ha sido pionera en México al contratar a más de 600 refugiados de países como Honduras, El Salvador y Guatemala para sus líneas de producción.
A través de un proyecto iniciado en 2017 junto a ACNUR y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR), Mabe ha logrado incorporar a más de 50.000 refugiados a la sociedad mexicana, sirviendo de modelo a otras empresas. Moreno señala que la contratación de refugiados no solo beneficia a estos con estabilidad económica, sino que también la propia empresa se ve favorecida, ya que suelen ser trabajadores fieles y con gran espíritu de sacrificio.
Antes de trabajar con ACNUR, Mabe ya tenía programas de contratación de trabajadores del sur para el norte de México, pero tras contactar con la agencia de Naciones Unidas decidieron iniciar un programa piloto para su planta de lavadoras en Saltillo, en el estado de Coahuila. Si bien inicialmente hubo temores sobre posibles problemas, estos quedaron pronto despejados, pues en más de ocho años no han tenido ningún incidente.
Según ACNUR, aproximadamente dos tercios de los refugiados contratados por empresas mexicanas como Mabe provienen de Honduras, mientras que también hay quienes llegan de El Salvador, Haití, Cuba y Nicaragua, entre otros países. Moreno subraya que aún hay cuestiones pendientes, como la necesidad de agilizar los trámites para que los refugiados puedan integrarse plenamente a la economía formal.
"Los refugiados, una vez que se integran a la sociedad de manera formal, no son una carga. Son gente productiva, pagan impuestos, contribuyen a la sociedad... y los empresarios estamos formando parte de la solución a este reto", concluye el directivo.
