El dirigente del transporte pesado en Santa Cruz, Juan Yujra, expresó su preocupación por la decisión del Gobierno de levantar la subvención a los combustibles, una medida que, si bien fue solicitada por el sector debido a la escasez que impedía trabajar con normalidad, considera que fue aplicada sin consenso.
Yujra explicó que el transporte había planteado un incremento gradual del precio del combustible, estimando que podría llegar inicialmente a entre Bs 5 y 7, para luego ser evaluado nuevamente el próximo año. Sin embargo, cuestionó que el precio haya pasado de Bs 3,72 a 9,80, un aumento de casi Bs 6, lo que dijo generará un impacto directo en todos los sectores sociales.
"El Gobierno debería consensuar con todos los sectores, como preguntarle a usted: ¿estás de acuerdo? ¿Cuál es tu movimiento? ¿Cómo podemos subir para no perjudicarle a otros sectores donde realmente se van a sentir afectados? Y esta situación es muy complicada para que el Gobierno lance ya un decreto con este monto", señaló el dirigente, advirtiendo que la medida afectará principalmente a quienes viven del trabajo diario y a pocos días de las fiestas de fin de año.
Yujra también consideró que esta decisión repercutirá en el encarecimiento de la canasta familiar, calificándola como "un golpe duro a toda la sociedad boliviana". En ese contexto, recordó declaraciones oficiales del presidente Rodrigo Paz, cuando indicó que "Bolivia estaba enferma", a estas declaraciones, Yujra añadió que "una enfermedad no se sana de la noche a la mañana".
Respecto a las acciones del sector, Yujra informó que el transporte pesado ya había enviado cartas al Gobierno para abordar el tema de la subvención de combustible, sin haber recibido respuesta. Anunció que se convocará a un ampliado para analizar el nuevo escenario y definir el ajuste de tarifas, aclarando que cualquier incremento deberá ser evaluado en función de la capacidad de pago de empresarios, proveedores y usuarios.
La medida del Gobierno de eliminar el subsidio a los combustibles forma parte de un paquete económico más amplio que incluye el refuerzo de bonos sociales y un aumento del 20% en el salario mínimo. Sin embargo, diversos sectores productivos han expresado su preocupación por el impacto que tendrá en la población y han pedido un diálogo para encontrar un equilibrio.










