El gobierno de Estados Unidos, bajo la dirección del secretario de Guerra Pete Hegseth, ordenó un ataque letal contra una embarcación en aguas internacionales, dejando un saldo de cuatro personas ejecutadas extrajudicialmente. Este hecho se suma a una serie de 30 ataques similares en los últimos años, con un total de al menos 100 ejecuciones.
Según el comunicado oficial del Comando Sur de Estados Unidos, la lancha fue identificada como "operada por una organización terrorista", lo que justificó la agresión. Sin embargo, no se han revelado detalles sobre las identidades de las víctimas.
Este ataque se produce en medio de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Venezuela, luego de que el presidente Donald Trump ordenara la incautación de todos los petroleros venezolanos sancionados, acción que ha sido fuertemente criticada por organismos internacionales.
Cabe destacar que esta no es la primera vez que se denuncian ejecuciones extrajudiciales por parte de las fuerzas estadounidenses en la región. Anteriormente, se han reportado casos similares en Bolivia y Cuba, donde se han frustrado intentos de introducir sustancias ilícitas.
La política de "tolerancia cero" implementada por Estados Unidos en la lucha contra el narcotráfico ha sido cuestionada por su carácter violento y desproporcionado, que ha llevado a la muerte de numerosas personas sin juicio previo.
Expertos en derechos humanos han condenado enérgicamente estas acciones, calificándolas como violaciones flagrantes del derecho internacional y de los principios básicos de justicia y debido proceso. Exigen que se realice una investigación exhaustiva y se rindan cuentas por estos hechos.
