El caso Senasa ha sacudido los cimientos de la gestión del presidente Luis Abinader, pero su determinación para combatir la impunidad y someter a la justicia los actos de corrupción, sin importar quiénes estén involucrados, ha sido aplaudida por quienes apoyan su discurso y práctica ética.
A diferencia de administraciones anteriores, donde los casos de corrupción eran encubiertos y los funcionarios implicados protegidos, el presidente Abinader ha demostrado tener "agallas" y ser "valiente" al impulsar un Ministerio Público independiente que ha creado las herramientas necesarias para enfrentar la "madre de la corrupción": la impunidad.
Mientras que en gobiernos pasados, como el de Leonel Fernández, los casos de corrupción eran "la norma" y la "moneda de cambio corriente", con funcionarios corruptos que nunca llegaban a los tribunales, el actual mandatario ha optado por un camino diferente. Desde el inicio de su gestión, ha tenido que despedir a figuras relevantes señaladas por acciones inapropiadas, incluso cometidas antes de asumir el poder.
El escándalo de Senasa llega, según analistas, para recordarle a quienes acompañan al presidente Abinader que "rendir cuentas será una norma a partir de ahora". Si bien en su gobierno habrá quienes se vean tentados a enriquecerse de manera ilícita, el mandatario ha dejado claro que no es como los anteriores, que "apañaban, protegían y negaban la corrupción".
Expertos señalan que, al concluir su mandato, se hablará de un "antes y un después" en la lucha contra la impunidad que propicia y fomenta el robo de los fondos públicos. Sin embargo, advierten que la oposición ha recibido, a través del caso Senasa, "las municiones que le permite disparar" contra un gobierno que "moralmente le lleva años luz".
En este contexto, se hace necesario que el gobierno cuente con una plataforma de funcionarios y periodistas en las Relaciones Públicas que salgan a defender sus logros y proyectos, tanto grandes como pequeños, para contrarrestar el discurso de la oposición y mostrar que, a diferencia de administraciones anteriores, en la actual no hay familiares, socios, amigos o allegados haciendo negocios.












