El Cuerpo de Policía Bolivariana del Estado Zulia (Cpbez) arrestó a un joven de 20 años por el delito de abuso sexual continuado en perjuicio de su prima de 13 años, quien resultó embarazada producto de los abusos.
El procedimiento se llevó a cabo en el sector Las Vegas, perteneciente a la parroquia Manuel Guanipa Matos, en el municipio Baralt del estado Zulia, luego de que se descubriera el embarazo de la menor.
Según el relato de la madre de la adolescente, ella decidió llevar a su hija a un centro asistencial debido a que la menor presentaba una hinchazón inusual en manos y pies. Tras realizarle diversos exámenes y estudios médicos, el personal sanitario confirmó que la adolescente presentaba varias semanas de embarazo.
Al ser consultada sobre el origen de su estado, la víctima confesó que su primo, de 20 años, venía abusando de ella sistemáticamente desde el pasado mes de enero del presente año.
Tras recibir el testimonio y las evidencias médicas, una comisión de agentes del CPBEZ se desplegó en la zona para localizar al sospechoso, quien fue capturado y trasladado a la Estación Policial Baralt, donde permanece bajo custodia.
El caso ha sido puesto a la orden de la Fiscalía 43 del Ministerio Público, organismo que se encargará de las investigaciones correspondientes y de presentar al detenido ante los tribunales de control por la gravedad de los hechos imputados.
Este lamentable caso de abuso sexual contra una menor de edad pone de manifiesto la urgente necesidad de reforzar los mecanismos de protección y prevención de este tipo de delitos en Venezuela, donde desafortunadamente se han registrado múltiples casos similares en los últimos años.
Las autoridades deben actuar con celeridad y firmeza para sancionar a los responsables y brindar el apoyo y acompañamiento necesario a las víctimas y sus familias, quienes enfrentan un trauma profundo y deben recibir atención psicológica y social adecuada.
Asimismo, es fundamental implementar campañas de concientización y educación en las comunidades para prevenir este tipo de hechos y fomentar una cultura de respeto y protección a los derechos de los niños, niñas y adolescentes.
Solo a través de un esfuerzo conjunto entre las instituciones, la sociedad civil y las familias, podremos erradicar esta problemática que atenta contra la integridad y el bienestar de nuestros jóvenes.








