El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, finalmente brindó su discurso este miércoles en medio de rumores por una supuesta invasión a Venezuela, pero finalmente no se refirió al tema y utilizó el espacio para hacer un balance de su gestión.
El mandatario realizó una cadena nacional que despertó una fuerte expectativa global, luego de que circularan versiones sobre un posible anuncio relacionado con Venezuela. Sin embargo, el mandatario eludió el tema y optó por un discurso enfocado en su administración.
Durante su intervención, Trump afirmó que al asumir el cargo "heredó un desastre" y sostuvo que, en once meses, comenzó a revertir esa situación. En ese marco, buscó proyectar una imagen de liderazgo firme y de control del rumbo del país, con especial énfasis en decisiones que, según aseguró, fortalecieron la economía estadounidense.
Uno de los ejes centrales del mensaje fue la política migratoria. El presidente afirmó que los inmigrantes "se están yendo a sus países" y sostuvo que ese proceso permitió que "sus propiedades queden en manos de los estadounidenses", una frase que generó repercusión inmediata y abrió un debate público.
La ausencia de definiciones sobre Venezuela no pasó inadvertida. El silencio del mandatario sobre un eventual conflicto dejó abiertas las especulaciones y reforzó la expectativa internacional, mientras Trump eligió consolidar un mensaje orientado al plano interno, con un balance de gestión y señales dirigidas a su electorado.
Su única mención al tema fue decir que "las drogas (procedentes de Venezuela) estaban envenando a nuestra población", a modo de justificación al despliegue militar estadounidense en el Mar Caribe y el Pacífico.
Las especulaciones sobre un eventual anuncio de acción militar de Estados Unidos se intensificaron luego de que el periodista ultraconservador Tucker Carlson divulgara que "Trump anunciará la guerra con Venezuela" durante su discurso, en base a una fuente no precisada del Congreso. Sin embargo, el presidente descartó cualquier plan de invasión.
En este contexto, el mandatario se enfocó en destacar los logros de su gestión, como la mejora de la economía y la política migratoria, evitando entrar en detalles sobre la situación en Venezuela y dejando abiertas las interrogantes sobre el futuro de las relaciones entre ambos países.











