En un discurso televisado desde la Casa Blanca, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ofreció un mensaje marcadamente defensivo y promocional a casi once meses de haber iniciado su segundo mandato. El mandatario buscó reivindicar su gestión y contrarrestar las críticas por la desaceleración económica y la caída en su popularidad.
Desde el inicio, Trump apuntó contra su antecesor al afirmar que "heredé un desastre y lo estoy arreglando", especialmente en materia de inflación, inmigración y economía. Según el presidente, su victoria electoral se explicó por haber enfrentado a un "aparato político hostil": "Derroté a un sistema corrupto".
Uno de los puntos centrales del discurso fue la política migratoria. Trump acusó a Joe Biden de haber dejado "la peor frontera en el mundo" y aseguró que bajo su administración pasó a ser "la más fuerte". En ese marco, afirmó: "En los últimos siete meses no ha entrado un solo ilegal", atribuyendo el resultado a decretos presidenciales que, según dijo, su antecesor nunca firmó. "Sólo necesitábamos otro presidente", remarcó.
Incluso fue más allá al sostener que "Estamos viendo migración a la inversa", fenómeno que, a su juicio, permitirá "más empleo para el pueblo estadunidense".
Trump también destacó una baja en el costo de vida. Aseguró que la cena de Acción de Gracias fue al menos 30 por ciento más barata que el año anterior y exhibió cifras sobre el precio del pavo y los huevos. En materia comercial, fue enfático: "Mi palabra favorita es aranceles", afirmando que estas medidas impulsaron la inversión privada y el empleo industrial.
En la misma línea, adelantó que insistirá en recortes de impuestos, liberalización económica y una eventual revisión de acuerdos comerciales durante 2026.
El presidente estadounidense también anunció un apoyo económico directo para las Fuerzas Armadas: "Los militares recibirán mil 776 dólares", señalando que el objetivo es que puedan costear mejor su atención médica.
Asimismo, lanzó duras críticas a la oposición, al afirmar que "El Partido Demócrata está controlado por aseguradoras", a las que acusó de priorizar intereses corporativos por sobre las personas.
Trump cerró atribuyéndose la recuperación del liderazgo global de su país: "Estados Unidos es respetado de nuevo". Aseguró que el país está "más fuerte que nunca" y concluyó con un mensaje festivo. Pese a especulaciones previas, el discurso no incluyó anuncios de nuevas medidas extremas con la tensa relación con Venezuela, sino que reafirmó un relato de continuidad de cara a las elecciones intermedias de 2026.
