La Unión Eléctrica de Cuba ha emitido un pronóstico preocupante sobre la disponibilidad de energía eléctrica en el país. Según los datos proporcionados, se espera un déficit de 1.790 MW durante el horario pico nocturno, lo que podría provocar una afectación de 1.820 MW en ese momento del día.
La situación es crítica, con varias unidades termoeléctricas fuera de servicio por averías y problemas de mantenimiento. Además, la generación distribuida también enfrenta limitaciones por falta de combustible y lubricantes, lo que agrava aún más el panorama.
En total, se estima que hay 993 MW indisponibles por diferentes causas, lo que se suma a los 450 MW fuera de servicio por limitaciones en la generación térmica. Esto se traduce en una máxima afectación por déficit de capacidad de generación de 2.147 MW registrada el día anterior a las 18:30 horas.
La Unión Eléctrica ha informado que, a pesar de la entrada en operación de nuevos parques solares fotovoltaicos, que aportaron 1.722 MWh en la jornada, la situación sigue siendo apremiante. La máxima potencia entregada por estas fuentes renovables fue de 355 MW, lo que resulta insuficiente para cubrir el déficit proyectado.
Ante este escenario, es evidente que Cuba enfrenta serios desafíos en materia de generación y suministro eléctrico. La situación de las centrales termoeléctricas, la falta de combustible y lubricantes, y la incapacidad de las fuentes renovables para suplir la demanda, ponen en riesgo la estabilidad del sistema eléctrico nacional.
Expertos en el sector energético han advertido que, sin una inversión significativa en la modernización y ampliación de la capacidad de generación, la crisis eléctrica en Cuba podría prolongarse por varios años. Será crucial que las autoridades tomen medidas urgentes para abordar esta problemática y garantizar un suministro eléctrico confiable y sostenible para la población.
