Las protestas contra los agentes de inmigración (ICE) se han multiplicado en todo Estados Unidos en los últimos meses, con manifestantes denunciando una serie de abusos y violaciones a los derechos de los inmigrantes.
Uno de los episodios más recientes tuvo lugar este martes en el puerto de Boston, donde un grupo de activistas lanzó bloques de hielo al agua en una acción simbólica para denunciar las prácticas de ICE. Si bien las formas de protesta varían, el reclamo central es el mismo en todo el país: poner fin a los excesos y la brutalidad de los agentes federales de inmigración.
"Hemos visto demasiados casos de familias separadas, detenciones arbitrarias y deportaciones sin debido proceso", afirma María Fernanda, portavoz de la coalición "Familias Unidas". "Exigimos que se respeten los derechos humanos y la dignidad de los inmigrantes".
Las denuncias contra ICE se han intensificado durante la administración de Donald Trump, quien endureció drásticamente la política migratoria. Sin embargo, los problemas persisten incluso bajo el gobierno de Joe Biden, quien prometió reformas pero enfrenta una fuerte oposición republicana.
"Biden tiene que ir más allá de simples cambios cosméticos y abordar de raíz los abusos de ICE", reclama Javier Castillo, activista de la organización "Justicia Migrante". "Mientras sigan existiendo estas prácticas inhumanas, las protestas van a continuar".
Los manifestantes han recurrido a diversas estrategias para visibilizar su causa, desde marchas multitudinarias hasta acciones simbólicas como la del puerto de Boston. En algunos casos, incluso han logrado detener temporalmente operativos de ICE mediante bloqueos y desobediencia civil.
"Estamos dispuestos a hacer lo que sea necesario para proteger a nuestras comunidades", afirma María Fernanda. "No vamos a parar hasta que se haga justicia y se respeten los derechos de los inmigrantes".
Las autoridades, por su parte, defienden el trabajo de ICE y aseguran que los agentes actúan dentro de la ley. Sin embargo, las denuncias de abusos y violaciones a los derechos humanos se han multiplicado, generando una creciente presión social y política.












