El fabricante chino de tarjetas gráficas MetaX tuvo un debut espectacular en la Bolsa de Shanghái, con sus acciones disparándose casi un 569% en su primera jornada de cotización. La compañía, fundada en 2020 por ex empleados de AMD, recaudó 596 millones de dólares en su oferta pública inicial (OPI), convirtiéndose en la quinta mayor salida a bolsa del año en China.
El fuerte interés de los inversores por MetaX se explica en parte por el éxito de otra alternativa local a Nvidia, Moore Threads, cuyas acciones también se dispararon en su estreno bursátil hace apenas dos semanas. Ambos casos reflejan los planes de autosuficiencia tecnológica del gobierno chino, especialmente ante la guerra comercial con Estados Unidos y la salida forzada de Nvidia del mercado local.
MetaX planea utilizar los fondos recaudados para financiar la investigación y desarrollo de tarjetas gráficas de alto rendimiento, incluyendo algunas dedicadas a tareas de inteligencia artificial. Su chip insignia para computación general, el C600, comenzará su producción próximamente tras ser anunciado en julio, mientras que la siguiente generación, los C700, aún se encuentra en desarrollo.
A pesar de este espectacular debut, las cuentas de MetaX todavía arrojan pérdidas, y la compañía no espera cubrir gastos hasta, como mínimo, el próximo año, aunque en los tres primeros trimestres de 2022 multiplicó su facturación por cuatro.
El éxito de MetaX y Moore Threads en bolsa refleja los esfuerzos de China por desarrollar su propia industria de chips y reducir su dependencia de tecnología extranjera, especialmente frente a la presión ejercida por Estados Unidos. Estos debuts bursátiles son una muestra del creciente poderío tecnológico chino y de su determinación por alcanzar la autosuficiencia en un sector clave como el de los semiconductores.












