La directiva nacional del Frente Amplio (FA) de Chile emitió una carta a la militancia en la que analizan la derrota electoral del domingo, en la que José Antonio Kast se impuso como el próximo presidente. En el documento, el FA reconoce que los resultados "nos interpelan con fuerza" pero afirman que la historia "no avanza en línea recta" y que cada etapa de retroceso es "una prueba de convicciones, organización y proyecto".
La carta señala que a partir de marzo, el FA asumirá el rol de oposición, donde el "diálogo, los acuerdos y la defensa de las conquistas sociales serán centrales". En ese sentido, reafirman que el FA "debe seguir siendo lo que siempre ha sido: un partido serio, responsable (...), disponible para el diálogo cuando se trate de mejorar la vida de las personas, e implacable cuando se intente debilitar la democracia".
Además, el documento plantea que los resultados del domingo dan cuenta de un fenómeno global: "la alternancia como expresión de un malestar no resuelto", el que, creen, "ha sido capitalizado por candidaturas diversas, desde opciones antipolíticas hasta expresiones nítidas de ultraderecha". Ante esto, sugieren que "comprender ese escenario no implica resignación, sino claridad estratégica", así como también "humildad para reconocer que debemos crecer más allá de nuestras bases actuales".
Para hacer frente a la "ultraderecha", que consideran una amenaza a "los derechos sociales básicos, libertades individuales y consensos democráticos", la directiva plantea que se requiere "la amplia unidad" del "progresismo" y la izquierdas. "Es el único camino que permite defender lo conquistado y proyectar su profundización", afirman.
Pese a la derrota, la mesa de Martínez reafirmó que el gobierno de Boric, militante del FA, "deja un país mejor que el que recibió". En esa línea, enfatizan que "una dura derrota electoral no nos debe impedir reconocer relevantes avances que permitirán a los chilenos y chilenas vivir mejor (...). Chile no se cae a pedazos. Chile tiene desafíos, sí, pero también capacidades, avances y un horizonte posible de desarrollo compartido".
Finalmente, la directiva llama a "realizar una revisión crítica de lo que ha vivido Chile en los últimos años y nuestro rol como partido", para lo cual consideran necesario "un proceso profundo de reflexión política" que se dará en el marco del primer Congreso partidario a partir de enero. Y adelantan que buscarán "una bancada cohesionada, pero también un partido más insertado social y territorialmente, capaz de leer los nuevos sentidos comunes, de adaptarse a formas emergentes de organización, para así fortalecer su enraizamiento en la sociedad".








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